Ford ha presentado la que es hasta el momento la versión más prestacional del nuevo Mustang, firmada por Shelby y acompañado por el mítico apelativo GT350. Esta denominación fue la utilizada en 1965, cuando se decidió por primera vez que el preparador tejano convirtiese aquel "pony car" en una potente máquina homologada para circular por la calle.
Prácticamente 50 años más tarde, la marca del óvalo recupera este nombre y lo asocia a un motor V8 atmosférico de 5,2 litros que desarrolla más de 500 caballos y a una estética más agresiva, conseguida gracias al incrementado ancho de vía delantero, a las mayores entradas de aire del frontal, al abultado capó y a un difusor trasero con dos salidas dobles de escape, todo ello rematado con las clásicas franjas que recorren la carrocería.
En el apartado mecánico, aunque no se ha desvelado la potencia exacta, se sabe que el cigüeñal es de tipo plano y que el motor va asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades, encargada mediante un diferencial de deslizamiento limitado Torsen, de enviar la potencia a las ruedas traseras.
V8 5.2 con más de 500 cv, el motor atmosférico más potente de la historia de la marca.
La suspensión ha sido rebajada y utiliza el sistema MagneRide, gracias al cual los amortiguadores se adaptan instantáneamente a las circunstancias de la carretera para mejorar el aspecto dinámico del coche. Además, opcionalmente se podrá montar una barra de torretas de fibra de carbono que aporta una mayor rigidez al tren delantero.
El rendimiento de los frenos se ha mejorado con unos discos perforados de 394 milímetros delante y de 380 detrás, mordidos por pinzas Brembo de seis y cuatro pistones respectivamente. Las llantas de aleación ligera son de 19 pulgadas y van montadas sobre neumáticos Michelin Pilot Super Sport.
Aunque el Mustang GT350 se presenta durante estos días en el Salón de Los Ángeles, no será hasta la segunda mitad de 2015 cuando se empiece a comercializar en Estados Unidos. Pese a que la nueva generación se vende también a nivel europeo, está versión en principio no cruzaría el charco, al menos de forma oficial, por lo que aquí tendremos que conformarnos con el 2.3 Ecoboost de 309 caballos o el GT con el 5.0 V8 de 426 cv.
Está previsto que esta no sea la versión más potente del coupé americano, ya que se espera que más adelante llegue el Shelby GT500 llevado aún más al extremo, rondando los 700 caballos.