El Camaro, icono automovilístico de Estados Unidos y leyenda viva de General Motors, se renueva por sexta vez en sus casi 50 años de historia y mantiene intacto el espíritu original e inconfundible recuperado en la quinta generación, la cual ha resultado un éxito.
Su proceso de fabricación, que se llevará a cabo en Lansing, Michigan, se ha mejorado para dar lugar a una estructura un 28% más rígida y considerablemente más ligera gracias al empleo de aluminio. El uso de este material también en otras partes como las suspensiones hacen a este nuevo Camaro 90 kilos más ligero.
Además, el tamaño se ha reducido hasta los 4,784 metros de longitud, 57 milímetros más corto que el anterior, y la anchura y la altura se han visto disminuidas hasta los 1,897 y 1,348 metros respectivamente.
La gama partirá con un 2.0 turbo de cuatro cilindros desarrollando 275 caballos, y estará acompañado por un V6 de 3,6 litros y 335 caballos, y por el más prestacional 6.2 V8 de 455 caballos que llevará la versión SS. El cliente podrá elegir, sea cual sea el propulsor, entre el cambio manual de 6 velocidades o el automático Hydra-Matic de 8 marchas con levas en el volante.
Muchos son los que desde el primer momento han mostrado su descontento con la marca por ofrecer una motorización tetracilíndrica en este coche, algo que consideran impropio de un “muscle car”. Lo cierto es que no es la primera vez que esto ocurre, ya que, allá por 1982, la tercera generación del modelo estaba disponible con un 2.5 de cuatro cilindros (el Iron Duke de Pontiac). De esta manera Chevrolet hará frente al Ford Mustang 2.3 EcoBoost.
De un cuatro cilindros ahorrador a la pureza americana del motor V8 para no dar tregua al Mustang.
Los frenos podrán ser opcionalmente de la firma Brembo e ir situados dentro de llantas de 18 o 20 pulgadas, aunque en el SS estos son de serie junto con las llantas de mayor tamaño. La suspensión adaptativa ‘Magnetic Ride’, que anteriormente era exclusiva de la versión ZL1, podrá montarse en esta ocasión en el SS.
Con el ‘Drive Mode Selector’ el conductor podrá elegir el tipo de conducción que desee en cada momento entre ‘Snow/Ice’, ‘Tour’, ‘Sport’ y exclusivamente para el Camaro SS, ‘Track’.
Estéticamente se mantiene bastante continuista con el diseño propuesto en el restyling de la anterior generación pero sus líneas dan mayor sensación de fluidez. El frontal presenta una parrilla aún más estrecha a la que se acoplan los faros en los extremos, y en la parte inferior la toma de aire gana presencia. El capó está abultado en la zona central y en los laterales otorgando musculosidad al coche. Más músculo encontramos en el tres cuartos trasero con unos hombros muy marcados, aunque, por encontrar, encontramos músculo hasta en el techo con las dos zonas laterales abultadas.
El interior evoluciona y resulta ahora mucho más atractivo y aparentemente mejor acabado. En la consola central se sitúa una pantalla de 8 pulgadas con la que manejar el sistema de infoentretenimiento ‘MyLink’ y, de manera opcional, el panel de instrumentación puede ser también otra pantalla en lugar del analógico. Como curiosidad, el Camaro ofrece un sistema de iluminación ambiental LED con 24 colores diferentes.
Sí, Chevrolet anunció que abandonará Europa en 2016 pero si después de leer este artículo te planteas la compra de un Camaro o directamente ya no te puedes imaginar tu vida sin uno en tu garaje, tranquilo; tanto el Corvette como este nuevo Camaro cruzarán el charco para comercializarse en nuestro continente, previsiblemente a través de la red de concesionarios Cadillac.