El campeonato tan solo se toma un ligerísimo respiro de cinco días y este mismo viernes, la actividad volverá en el circuito de Brno. Ante el poco descanso entre medias de un viaje tan largo como el que supone cambiar suelo americano por europeo, parece no preocuparle al piloto catalán, es más, tras no poder subirse al podio en Indianápolis, lo califica de positivo retomar la competición tan pronto: "Creo que es positivo correr una semana después del Gran Premio de Indianápolis ‒donde hice una carrera que me ha dejado mal sabor de boca‒”. La sexta plaza no dejó para nada satisfecho al pequeño de los Márquez por lo que buscará volver al cajón de forma inmediata: “En Brno intentaré sacarme esta pequeña espina que me ha quedado”.
El pasado año en Brno, Álex Márquez finalizó en quinta posición pero muy cerca de la cabeza de carrera. A la temporada anterior, hacía referencia el piloto: “El año pasado recuerdo que hicimos muy buen trabajo durante todo el fin de semana y que fue un circuito que se me dio muy bien”. Con una desventaja de 25 puntos respecto a Jack Miller, el joven asesorado y dirigido por Emilio Alzamora espera poder trabajar en una buena línea y acercarse al liderato del campeonato: “Creo que este año puede ir bien también porque es un circuito bueno para las Honda, pero para ello tendremos que estar atentos desde el primer momento y llegar lo más fuertes posibles, para intentar recuperar puntos a los dos pilotos que tenemos por delante”.
Por último destacaba la enorme dificultad que tiene Brno a la hora de adecuar la moto al circuito. Se trata de un trazado que combina todo tipo de curvas, largas rectas o desniveles. Respecto a este factor recalcaba: “El circuito de Brno es el más difícil del Mundial, con muchas chicanes y una puesta a punto complicada, así que tendremos que trabajar desde el primer entrenamiento como nunca”.