Carrera para enmarcar para el líder del mundial en casa. Danny Kent necesitaba hacer un gran papel delante de su afición y lo ha cumplido con creces. Venía de hacer las dos últimas carreras con malos resultados, pero tenía que dar un golpe encima de la mesa en Silverstone para garantizarse el título y su dominio de la categoría pequeña.
Para el británico no hay nada imposible, ya sea sobre agua o en seco, domina las carreras de principio a fin sin rival aparente. Desde que se puso primero en la cuarta vuelta, ha ido aumentando la distancia con Kornfeil hasta llegar a la barrera de los nueve segundos. Pero no lo ha tenido fácil, desde la moto podía ver en las pantallas como cada vez habían más pilotos en el suelo y el tuvo un gran susto en las ultimas vueltas: "En las últimas cuatro o cinco vueltas es cuando ha caído más agua. No es que la pista estuviese mojada, es que habían charcos y deslizábamos todo el rato. Es una victoria increíble, la mejor de mi carrera seguro".
El piloto del Leopard Racing ha podido tachar una de las tareas que tenía pendiente hacer antes de retirarse, aunque viene haciéndolo desde el inicio de temporada, donde ya había tachado ganar de principio a fin, ser el primero en la general en solitario y ha podido quitar ganar en casa. El ganador del Gran Premio de casa, valora positívamente el fin de semana, llegando a escuchar desde dentro del casco a sus seguidores apoyándole: "Es un sueño hecho realidad ya que si me preguntasen qué prueba del calendario quieres ganar diría sin duda el Gran Premio de Gran Bretaña, en el que soy local. El fin de semana ha sido perfecto, con muchos aficionados apoyándome y esta victoria es para ellos, mi familia y mis patrocinadores".