Todo comenzó en Le Mans

Hoy es una costumbre. Posiblemente muchos países, sobre todo las históricas potencias mundiales del motociclismo, estén cansados de ver siempre a los españoles ganar fin de semana tras fin de semana, circuito tras circuito. Pero no siempre fue así. Antes dominaban los norteamericanos, con Rainey, Schwantz o Lawson; los australianos, con Doohan y Gardner; o los italianos, con Rossi, Biaggi y Capirossi. Y Le Mans fue el punto de inflexión de la historia del motociclismo español. Nuestra primera vez.

Fue allá por 2003. Por entonces, Marc Márquez, el actual líder del campeonato, sólo tenía diez años y competía en campeonatos regionales. Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo competían en 125cc, mientras que Valentino Rossi estaba en Honda. Mucho ha llovido, para qué engañar. España era por entonces un país de gran cultura del motociclismo, origen de grandes campeones como Ángel Nieto, Jorge Martínez 'Aspar' o Álex Crivillé. Pero le faltaba algo conseguir: un triplete, ganar el mismo día en las tres categorías.

Y 2003 era el año propicio para lograrlo. Había opciones en las tres categorías. En la clase reina, dominada dictatorialmente por Valentino Rossi y su Honda, Sete Gibernau y Carlos Checa asomaban la cabeza en busca de las migajas que dejaba el mago de Tavullia. En 250cc, Toni Elías y Fonsi Nieto formaban un tándem muy competitivo en el equipo de 'Aspar' en busca de las victorias. Y en 125cc, un tal Dani Pedrosa comenzaba a despuntar bajo la supervisión de su mentor, Alberto Puig.

Pedrosa abrió el camino

La parrilla de 125cc de 2003 estaba plagada de talentos. Dani Pedrosa, Casey Stoner, Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso. Una generación mágica. 95 victorias en MotoGP suman entre ellos, cuatro pilotos que coincidieron en 2003. Junto a ellos, varios veteranos de la categoría, como Lucio Cecchinello, Steve Jenkner o Arnaud Vincent.

En Le Mans, fue el joven piloto de Castellar del Vallés quien comenzó una mañana inolvidable para el motociclismo español. En una carrera 'marca de la casa Pedrosa', el catalán logró escaparse en las primeras vueltas. Nadie pudo seguir su infernal ritmo hasta la bandera a cuadros, que le otorgaba su segundo triunfo de la temporada, y el liderato del Mundial. El podio lo completaron dos italianos, pero de generaciones muy distintas. Lucio Cecchinello, actual jefe de equipo del LCR Honda; y Andrea Dovizioso, actual piloto de Ducati en MotoGP.

Y Elías lo siguió

Si de esa parrilla de 125cc salieron nombres que han escrito páginas legendarias de este deporte en la categoría reina, la de 250cc se quedó, con el paso del años, en un segundo plano. Sólo los muy aficionados a los deportes recuerdan los nombres de Manuel Poggiali, Roberto Rolfo o Sebastián Porto. Más han dado que hablar Toni Elías o Randy de Puniet, con buenos resultados en MotoGP, dentro de sus posibilidades mecánicas.

Precisamente Elías y de Puniet fueron los protagonistas de esa carrera. El español y el francés se mostraron como los más fuertes ese domingo, aprovechando el accidente de dos de los favoritos, Poggiali y Porto. En un sprint final espectacular, Elías se coronó en Le Mans, mostrando sus aspiraciones a la corona de aquel año, que terminaría por escapársele en una desafortunada acción en Brasil.

Sete lo completó a la heroica

Ya llevábamos dos. Pero venía la más difícil. Por entonces, ganar en MotoGP era coto casi exclusivamente privado de Valentino Rossi. Era indiscutiblemente el mejor piloto del mundo y contaba, además, con la mejor moto por aquel entonces, la Honda RC211V. El desgraciado accidente de Daijiro Kato en Suzuka había arrebatado a Valentino el que se presumía como su gran rival y había dejado a Sete Gibernau y Max Biaggi como sus máximas inquietudes.

La carrera de Le Mans fue una de esas de las que pasarán a la historia. Ya desde el comienzo, Rossi quiso poner la directa y que le siguiera quien pudiese. Únicamente Álex Barros, con una Yamaha muy poco competitiva, pudo seguir su ritmo. Hasta que pudo. Rossi subió el ritmo a mitad de carrera y logró escaparse. Entonces apareció la lluvia. Por aquel entonces, no había carreras flag-to-flag, y tuvieron que parar la carrera.

En una carrera al sprint a 13 vueltas y con el piso mojado, el favoritismo de Rossi no era tan claro. Gibernau y Barros, dos expertos en lluvia, amenazaban su dictadura. Y fue el brasileño quien intentó la escapada desde el principio. No lo consiguió, pues Sete y Rossi le alcanzaron, le superaron y la victoria se decidió entre ellos dos. En una última vuelta absolutamente mágica, Sete batió al por entonces invencible Valentino, logrando para España un triplete tan histórico como impensable.

Listado de trpletes de la historia del motociclismo español:

Primer 1-2 de la historia

Además, Le Mans es talismán también para España por ser el escenario del primer doblete de la historia en la categoría reina. 12 años después del legendario triunfo de Crivillé en Assen, y cinco después de su coronación en Brasil, Sete Gibernau y Carlos Checa fueron primero y segundo en la carrera de 2004, por delante de, ni más ni menos, Max Biaggi y Valentino Rossi.

Pese a que ahora sea una costumbre, y puede llamarse catástrofe si los dos primeros no son españoles, este hecho fue un éxito en su época. Más tarde vinieron los numerosos dobletes Pedrosa-Lorenzo, y ahora, tripletes con la presencia de Marc Márquez.

Lista de dobletes de dos españoles en MotoGP:

FOTOS: elperiodicodelmotor