Mugello, el templo de Valentino Rossi

No importa que sea Marc Márquez el campeón del mundo, el líder del campeonato y la nueva estrella en ciernes. No importa que sea Jorge Lorenzo el hombre que, brillantemente, ha ganado en Italia los últimos tres años. Mugello es 'rossismo', y se respira amor al genio de Tavullia leguas antes de llegar a sus míticas curvas. Cada mes de junio, miles de enfervorizados 'tiffosi' acuden a la llamada de Valentino Rossi, para alentarlo hacia la victoria.

Hubo un tiempo en el que Valentino Rossi era, y así se sentía, invencible. Hasta siete años seguidos (2002-2008) venció en su templo, en Mugello. Rivales de la talla de Max Biaggi, Sete Gibernau, Loris Capirossi, Casey Stoner o Dani Pedrosa cedían año tras año en el rapidísimo trazado italiano ante el carismático piloto, cuyas exóticas celebraciones post-victoria no dejaban a nadie indiferente.

Ahora, en 2014, han cambiado muchas de las circunstancias, pero algunas siguen perpetuas. Valentino Rossi dejó de ser invencible hace tiempo. Precisamente aquí, en 2010, comenzó su declive. Una terrible lesión le dejó sin décimo título, así como dos espantosos años en Ducati, truncando el sueño italiano. Ha dejado de ser el líder del campeonato, la gran estrella mediática. Ese estatus pertenece ahora al jovencísimo Marc Márquez, cuya valentía, talento y descaro hace recordar al Valentino Rossi de sus inicios en la categoría reina.

Pero hay algo que no ha cambiado. La pasión por el '46' continúa. Y más ahora, con la subida de nivel del piloto italiano en su inicio de temporada. Ha sido el hombre que más cerca ha estado de batir a Márquez este año, y tanto él como sus 'tiffosi' creen que es posible vencerle en el templo, en Mugello. Es un fin de semana especial para Valentino, el de su Gran Premio 300 en el Mundial. Atrás quedan sus 106 victorias, nueve de ellas conseguidas, dónde si no, en el templo. Su templo.

2002: el inicio de la era MotoGP, el inicio de la era Rossi

Era el inicio de una temporada distinta. El Mundial de MotoGP daba la bienvenida a las nuevas, potentes y bestiales 990cc. Era el año del estreno de Rossi en el Repsol Honda. Había ganado su primer Mundial de la clase reina en 2001, pero iba a perpetuar su dominio durante toda esa década. En ese brillante 2002, Mugello no fue una excepción. Su primera victoria en Mugello, con una MotoGP.

En pleno apogeo de su rivalidad con otro italiano, Max Biaggi, el circuito de Mugello se dividía en seguidores del carismático piloto de Tavullia, así como fieles del romano, piloto de Yamaha en aquel entonces. La carrera se planteó como un duelo entre ambos, un cara a cara, a ver quién podía hacer levantar más a la grada.

Y la verdad es que mucha lucha no hubo. Biaggi le aguantó el pulso media carrera, hasta que tuvo que inclinar la rodilla ante el nuevo rey de Mugello. Valentino Rossi había conseguido su primera victoria, en su templo. La grada gritaba, enfervorizada, y jadeaba a su ídolo, llevándolo en volandas hasta la bandera a cuadros, y prolongando la fiesta en la celebración.

2004: duelo épico con Gibernau

Rossi venía de ganar fácilmente los Mundiales de 2002 y 2003. Mucho se hablaba se la superioridad de su Honda. Sí, cierto, era una máquina tan ganadora como la que tiene hoy entre manos Marc Márquez. Pero, también cierto, estaba en manos de otro genio, al igual que actualmente, que hacía de esa combinación un binomio invencible. Valentino decidió abandonar, contra todo pronóstico, la casa Honda, para embarcarse en un díficil reto: ganar con la Yamaha que tanto había criticado Biaggi por su bajo rendimiento.

Fue un comienzo difícil de temporada. La genialidad de Valentino en Sudáfrica a principio de temporada había ocultado las graves carencias de la Yamaha. Llegaba a Mugello con la misión de frenar la imparable marcha de Sete Gibernau, por entonces líder del campeonato. Ya desde el inicio de la carrera, ambos mostraron ser más fuertes que todos sus rivales, y se escaparon. Una serie de adelantamientos al límite hicieron levantar a los 'tiffosi' de sus asientos, hasta que llegó el invitado más inesperado: la lluvia.

Esto hizo parar la carrera, que se decidiría en un 'sprint' a 6 vueltas. Algunos pilotos, como Rubén Xaus, se la jugaron montando gomas de lluvia para intentar dar la sorpresa. Fue una auténtica lotería, en la que Valentino fue el que más valor le echó, imponiéndose en un enésimo duelo con Sete Gibernau.

2010: el momento más duro del rey Valentino

Tras siete años de victorias consecutivas en Mugello, Rossi fue al fin derrotado, por Casey Stoner, en la edición de 2009. Aun así, supo mantener la entereza para ganar su noveno Mundial en esa temporada. Al año siguiente, Valentino venía a Mugello en el camino hacia su décimo entorchado mundialista. Pero no estaba siendo nada fácil. Un joven llamado Jorge Lorenzo le estaba poniendo las cosas muy complicadas con su misma moto, venciéndole en un duelo directo en Le Mans, dos semanas antes.

Rossi debía buscar los límites para ganar a la nueva generación de pilotos. Ya Stoner le había ganado un campeonato en 2007, si bien Rossi lo había contrarrestado derrotándole en 2008 y 2009. En 2010, sin embargo, Lorenzo había subido el pistón. Y, en la busca del límite, en Mugello, Rossi lo encontró. Pero de la manera más cruel que podía imaginar. La peor caída de su carrera deportiva, con rotura de tibia y peroné. Adiós al sueño del décimo título, dejando la batalla por el campeonato en un mano a mano entre los dos españoles, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.

Resultados de Valentino Rossi en Mugello

Fotos: clubmoto1, @JesSanSan y massimobidelli