Marc Márquez, con tan sólo 21 años, se proclama en Japón bicampeón del Mundo de MotoGP. El cuadragésimo segundo título mundial de los pilotos españoles en la competición y el cuarto en su cuenta personal, segundo consecutivo en la categoría reina del motociclismo. Y aún así,  Márquez todavía tiene varios retos por delante, por ejemplo: la posibilidad de superar el récord de victorias, poles y de puntos en una misma temporada.

“Todavía estamos asimilando lo que conseguimos en Japón hace unos días. Ganar el campeonato en mi dos primeros años es un verdadero sueño y tengo que dar las gracias a toda mi familia, a mi equipo, a Honda y Repsol por todo su compromiso y dedicación”, agradecía Márquez.

Con el título ya en su bolsillo el bicampeón del mundo asegura que “ya puedo relajarme un poco, pero no demasiado. Todavía quiero ganar carreras y acabar la temporada por todo lo alto”.

Además, el joven piloto vuelve a Phillip Island un circuito que el año pasado le dejo con muy mal sabor de boca y con el que tiene “una cuenta pendiente”. “El año pasado aquí viví una especie de pesadilla pero es un circuito que me gusta, es muy divertido. Esperemos que haga buen tiempo para que realmente podamos disfrutar el fin de semana”.