Haber perdido fuerza en su brazo a partir de la vuelta siete en el Gran Premio de Francia fue la gota que colmó el vaso, ya que Pol Espargaró tuvo claro que era el momento de pasar por el quirófano para solucionar los problemas de síndrome compartimental que venía sufriendo en los últimos Grandes Premios de manera esporádica sin impedir que pudiera pilotar con normalidad hasta esta última carrera.

El doctor Ángel Villamor fue el encargado de operar este martes al piloto español del Monster Yamaha Tech3 en el Hospital Nisa Pardo de Aravaca en Madrid. Sin problema alguno, Espargaró comenzará la recuperación de cara al Gran Premio de Mugello, que se disputará el 31 de mayo, siendo revisado por el doctor a finales de la presente semana.

"En Le Mans me costó pilotar desde muy pronto"

Desde el Gran Premio de España en Jerez se agravaron los problemas, y Pol sabía que era el momento de operarse. "En estas dos últimas carreras ha sido un poco más grave. En Jerez lo achaqué al tipo de circuito y al esfuerzo que hice en las primeras vueltas tratando de seguir primero a Lorenzo y Márquez, y después a Rossi y Crutchlow, pero en Le Mans ha sido peor porque me empezó a costar pilotar desde muy pronto", comentó ante los medios.

Para terminar, lo más importante es que el Pol Espargaró ha visto como la operación era un éxito. "Por suerte la operación ha ido bien y puedo empezar a trabajar en breve para intentar llegar en las mejores condiciones posibles a las siguientes carreras. Hemos decidido acelerar al máximo el proceso de consultar al médico, en este caso a Ángel Villamor, y de meterle mano al brazo para así tener el máximo de días posibles entre la operación y la próxima carrera", concluyó.