Tras un fin de semana no tan positivo como se esperaba, aunque ya sabía que iba a ser complicado, Aleix Espargaró llega a Phillip Island, un trazado que se espera que se adapte mejor a su montura, al ser más rápido que Motegi, donde la Suzuki sufría al ser un trazado de parar y arrancar la marcha, uno de los principales problemas de la GSX-RR.
El piloto de Suzuki Ecstar llega a Australia con ganas de volver a subirse a la Suzuki ya que tras un GP de Japón que no fue tan bien como el esperaba, volvió a coger la confianza perdida con su moto, tras una buena puesta a punto. El catalán deja atrás una serie de complicadas carreras, donde no han perdido la concentración y han podido ir mejorando poco a poco, pero ya sabían que iba a ser difícil al ser la primera temporada de la marca japonesa, cosa que se han tomado como proceso de aprendizaje: “Aunque el resultado en Japón no fuese satisfactorio estoy contento porque encontramos una buena puesta a punto y estoy recuperando la confianza en la GSX-RR. Hemos pasado por una serie de carreras duras a mitad de temporada pero hemos sabido seguir concentrados y al final hemos encontrado una manera de mejorar. Es parte del proceso de aprendizaje, ya sabíamos que nos pasaría esta temporada”.
Aleix Espargaró se muestra optimista de regresar a Australia donde el pasado año estaba haciendo un gran papel hasta que se tocó con Stefan Bradl. El compañero de equipo de Maverick Viñales piensa que es uno de los mejores circuitos para poder explotar los puntos fuertes de su GSX-RR: “Estoy muy contento de llegar a Phillip Island, que es todo lo contrario a Motegi. Rápido, liso y fluido. Son mejores condiciones para explotar las fortalezas de nuestra moto”.