Lo que nadie quería que sucediera ha sucedido y ha adquirido una magnitud que nadie esperaba. Pero era algo que ya estaba el en ambiente, se iba caldeando desde hace años, era palpable en los circuitos, había algo que no funcionaba y este fin de semana ha estallado salpicando más de lo que se preveía.

La acción de Valentino Rossi y de Marc Márquez ha traspasado todas las fronteras posibles, rozando limites insospechados. El italiano reconoció su error y su intención, por su parte el catalán dejaba claro que la relación entre ellos no volvería nunca a ser lo que era. Pero el problema llegó cuando en las redes sociales comenzó una especie de batalla entre los seguidores de cada uno.

El acto del italiano ha indignado a muchos, pero se tiene que entender lo que comentó. Márquez en cuatro vueltas con más de 20 por delante le estaba adelantando, perdiendo un tiempo valiosísimo para alcanzar a Lorenzo, ¿Qué necesidad tenía el de Cervera con más de media carrera por delante para hacer esos adelantamientos perdiendo la posibilidad de victoria?

Mirco Lazzari / Getty Images

Cada bando de seguidores de los involucrados soltaba improperios que rozaban el limite de lo moral en redes sociales, cada cual hacia más daño todavía, sin deparar en los demás. Una batalla que sigue a día de hoy, pero realmente no sale perdiendo Rossi, ni Márquez al no puntuar o salir en última plaza. Salen perdiendo todos los aficionados al motociclismo.

Se ha llegado a un punto donde se han perdido los papeles, no se debería caer en la descalificación. Por otro lado, Rossi pierde una oportunidad de oro para lograr su décimo título, ¿No es suficiente calvario para soltar ciertos improperios?. Por su parte, ¿Tanto odio hacia Marc a que es debido? Ambos luchan por sus sueños y objetivos, cada uno usa sus armas y en la pista es donde deben de hablar y dirección de carrera es quien los debe de juzgar.

A todo esto, venimos a decir lo siguiente: ¿realmente se han aficionado al deporte rey de las dos ruedas, les gusta el olor a goma quemada y sentir la adrenalina? ¿Les gustan todo lo que crean los grandes premios? Ver a gente unida por la misma pasión de cualquier punto del mundo y poder disfrutar del mundo del motor.

Los fanatismos hacia un piloto es una consecuencia de nuestra admiración al motociclismo, no caigan en descalificativos, no podemos hacer del mundo de las dos ruedas bandos radicales como existen en otros deportes. No se distancien ahora con una diferencia entre dos pilotos, que seguramente con el tiempo arreglarán entre ellos. No ganan nada con la guerra del “y tu más”, es más pierden, pierden la solidaridad que tanto les ha unido, pero sobre todo, la esencia del motociclismo.

Este año el Mundial esta más vivo que nunca, está todo mucho más ajustado con muchos pilotos invitados. ¿Hace falta que en Cheste se convierta en una trifulca? Los aficionados y seguidores del motociclismo en los circuitos no entienden de colores, puede acabar su piloto por el que sienten devoción en cuarta plaza y aplaudir a su máximo rival cuando se va al suelo o logra la victoria. Disfrutemos de las motos, dejemos los silbidos a parte y disfrutemos de unos profesionales que se juegan la vida a más de 300km/h, pero sobre todo disfrutemos de las dos ruedas como hasta ahora hemos hecho.