Honda sigue con los mismos problemas que hace un año. Los pilotos se han vuelto a encontrar con un motor demasiado agresivo, que hace indomable la moto japonesa. Además, con la llegada de la nueva electrónica, es más complicado buscar una solución y en las dos primeras jornadas de test en Sepang ambos pilotos oficiales se han mostrado contrariados, aunque confiados en poder resolverlo.

Las miradas se fijan especialmente en Marc Márquez. Después de perder el campeonato en 2015, buscará recuperar la corona pero los primeros test no están dejando buenas sensaciones. Es cierto que mejoró su registro en más de un segundo respecto al martes, pero no es suficiente viendo la facilidad con la que Lorenzo es capaz de rodar en tiempos competitivos. 

"En esta segunda jornada hemos dado un paso hacia delante. Desgraciadamente, durante el día no hemos logrado seguir avanzando y hemos continuado probando muchas cosas, pero es cierto que de ayer a hoy hemos mejorado", comentó Márquez, que explicó se centró en trabajar con el mismo motor: "Hoy hemos utilizado la misma evolución del motor en las dos motos, para tener las mismas referencias en los test que estamos haciendo en la electrónica".

A pesar de que el trabajo no está dando el resultado esperado, en el box del 93 no pierden la esperanza. Son conscientes que aun queda un día de mucho trabajo en Sepang, que será muy importante para dar unas buenas directrices y seguir mejorando en los siguientes entrenamientos invernales: "Será importante analizar bien todo lo que hemos probado para ver qué funciona y qué no y mañana seguiremos con las pruebas porque tenemos mucho trabajo que hacer".