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Aprilia, lista para despegar

La escudería afronta la temporada 2016 con aires renovados después de un 2015 en el que estuvieron lejos de los mejores y evidenciaron una enorme falta de evolución. La nueva Aprilia RS-GP, el arma con la que los de Noale aspiran a seguir subiendo escalones en la clasificación e intentar asomarse al top-10.

Aprilia, lista para despegar
Fotomontaje: Alejandro Mateos (VAVEL España)
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Por Lluís Pacheco

Empieza lo serio para Aprilia. Tras un 2015 con más sombras que luces, con un prototipo muy lejos de lo que una fábrica como la de Noale puede hacer y sin una línea de desarrollo sólida, 2016 llega con mucha más ilusión y posibilidades. Y es que el invierno, y sobre todo, el último test de pretemporada en Catar ha dado la vuelta a un invierno donde el margen para el desarrollo fue limitado por el retraso en la nueva montura, la RS-GP, y que obligó a la escudería a acudir al primer test en Sepang con la moto del 2015 y a saltarse el segundo test en Phillip Island. 

2016 debe ser el primer año de competición real para Aprilia. Entiéndase real como el primero en que podrán competir de tú a tú con las otras marcas, o al menos, no estar tan lejos en el desarrollo como en el pasado. Tras una llegada a la categoría reina en 2012 a través del prototipo ART, con el que Aleix Espargaró sumó dos campeonatos CRT consecutivos, la fábrica italiana decidió, en 2015 poner toda la carne en el asador en la categoría reina del motociclismo mundial. La decisión fue sorprendente, pues en 2014 Sylvain Guintoli se proclamó campeón del mundo de Superbikes a lomos de una Aprilia RSV-4, una de las motos referencia en el campeonato. 

Este paso se dio demasiado tarde, y ese retraso pesó demasiado durante la temporada. La moto que se puso en pista en los test posteriores el Gran Premio de la Comunitat Valenciana en 2014 ya mostraba indicios de no ser para nada competitiva. Dicho y hecho. La temporada 2015 no pasará a la historia como la más exitosa de esta prestigiosa fábrica, que se hartó de ganar 125cc y en 250cc hasta el cambio de reglamento que las hizo desaparecer en favor de las categorías de Moto3 y de Moto2. 

La Aprilia RS-GP, una revolución necesaria

La no-evolución la temporada pasada gana sentido cuando se ve la nueva montura que la fábrica italiana. Las quejas de los pilotos con el prototipo de la temporada pasada fueron numerosas: un chasis inestable, una falta de potencia alarmante, una entrada en curva floja... Y así, una larga lista de aspectos negativos. Los ingenieros de Aprilia, al final de año, se llevaron multitud de deberes a casa. 

La nueva Aprilia RS-GP, una moto completamente nueva en relación a la vista la temporada pasada. A primera vista, tiene un concepto de chasis totalmente distinto a su predecesora, mucho más parecido a los japoneses. Uno de los grandes problemas endémicos de la moto del año pasado era su peso, el cual hacía perder mucho tiempo por vuelta y limitaba su manejabilidad. Este problema se ha reducido con la construcción de un prototipo mucho más ligero

La evolución de la RS-GP también se encuentra en su interior. El motor de la Aprilia ha mejorado en potencia, otra de las carencias de la anterior. Por otro lado, mantiene uno de los puntos fuertes del año pasado, el cambio seamless, aunque ha sido mejorado para poder beneficiarse tanto en la velocidad en las rectas como en la entrada en curva. Por último, otro de los grandes cambios de la moto es la instalación de un segundo escape en la parte posterior. A modo más anecdótico, la Aprilia RS-GP cambia de aspecto. Atrás quedan esos colores plateados y rojos. Ahora, el verde gana importancia, dando una imagen mucho más italiana a la moto. 

Bautista y Bradl, una dupla de garantías

Para afrontar el reto de desarrollar este proyecto tan ambicioso y laborioso, Aprilia mantiene la alineación con la que concluyó la temporada pasada, con la raza española del campeón del mundo de 125cc en 2006 Álvaro Bautista y la frialdad y el talento del alemán Stefan Bradl, campeón de Moto2 en 2011. Ambos pilotos, con años de experiencia en la categoría a sus espaldas, aseguran trabajo y capacidad para aprovechar las oportunidades que se puedan presentar a lo largo del año. 

Aprilia Gresini Racing

Durante el tramo final de la temporada pasada el puesto de los dos pilotos, especialmente de Bradl, quien se subió a la moto en Indianápolis para sustituir al desmotivado Marco Melandri, estuvo amenazado por la irrupción del británico Sam Lowes. El actual piloto del Team Gresini en Moto2, según varias voces del paddock, tuvo firmado un precontrato con la fábrica italiana para subirse a la moto esta temporada. Desde la fábrica, viendo el buen rendimiento mostrado por Bradl, quien le pisó los talones a Bautista y llegó a superarlo en más de una ocasión, decidieron posponer el salto de Lowes. El británico, eso sí, colaborará durante la temporada en el desarrollo de la RS-GP con vistas a un presumible salto definitivo como piloto oficial en 2017

Con la nueva moto y la estabilidad en sus pilotos, el proyecto de Aprilia mira hacia delante con optimismo. El objetivo, como en la temporada pasada, sigue siendo mejorar constantemente, pasito a pasito, e ir recortando diferencias con las motos punteras. A nivel de resultados, si el año pasado pudieron puntuar en varias ocasiones, este año se presume que deberían ser más regulares y mejorar los registros de la temporada pasada. Llegar a estar entre los diez primeros en alguna ocasión, un objetivo difícil, pero un reto asumible y nada descabellado. En Catar empieza un nuevo capítulo en la aventura de MotoGP para los de Noale, el segundo de esta etapa.