Aleix Espargaró ha disipado todo tipo de duda sobre su estado de forma esta temporada durante estos últimos grandes premios. Ahora, llega a su circuito de casa, en el que ha dejado grandes actuaciones como la pole que consiguió la pasada temporada o la carrera en la que se hizo con el primer podio mundialista de su carrera, en el año 2011 en la categoría de Moto2. Por otra parte, esta temporada cuenta con una Suzuki mejor preparada que el año pasado, en el que sufrieron bastante con la aceleración. Además, la semana pasada tanto él como su compañero de equipo Maverick Viñales, completaron dos jornadas de test en Valencia, en las que investigaron sobre todo con las especificaciones del chasis de su moto, un aspecto que seguirán desarrollando durante este fin de semana.
"Correr en Barcelona es siempre mágico. Nací y crecí muy cerca del circuito, y cuando era un niño en el colegio, podía escuchar el sonido de los motores mientras estaba en clase, así que esta va a ser otra vez una carrera muy emocional para mí. Hemos encontrado unas puestas a punto muy positivas y nuestra competitividad ha mejorado mucho", ha declarado Aleix.
Además, también ha comentado los aspectos positivos que tuvo el test de la semana pasada en Cheste: "Los dos días de test en Valencia nos dio diferentes opciones que seguiremos investigando en Barcelona, pero las sensaciones en general son buenas y tenemos la confianza de que podemos seguir mejorando aún más. La moto también ha mejorado mucho desde el año pasado y deberíamos sufrir menos con los problemas de aceleración que tuvimos en 2015, ya que nuestro motor está funcionando mucho mejor".
En la pasada temporada, la Suzuki GSX-RR sufría bastante en carrera respecto a las clasificaciones, aspecto que han mejorado mucho desde la marca japonesa. En Suzuki saben que es difícil poder conseguir los resultados de la sesión clasificatoria del pasado año en este mismo circuito, aún así, esperan mejorar sus resultados el domingo con respecto a 2015.