Paulo Gonçalves tiene todavía más complicada la machada de hacerse con el triunfo del Rally Dakar. El piloto portugués se las prometía felices después de acabar segundo la etapa once, recortando dos minutos a Marc Coma. Sin embargo, la organización no ha dudado y ha sancionado al luso y también a Joan Barreda. 

Gonçalves: "El gesto de Jeremías Israel denota gran valentía"

Gonçalves empezó la etapa maratón del miércoles con problemas en su motor Honda. Por ello, Joan Barreda cedió el suyo al portugués, mientras que el español se quedó con el de Jeremías Israel, que se vio obligado a abandonar. Por ello, la organización ha decidido sancionar a Gonçalves con un cuarto de hora y a Joan Barreda con 45. Así, Honda se ha quedado sin el doblete de etapa y el piloto portugués queda a 21:12 de Coma en la general. 

El luso se ha mostrado contrariado por la penalización, aunque la acepta deportivamente: "Ayer tuve un problema con el motor, así que tuve que reemplazarlo. Estábamos en plena etapa maratón, de manera que uno de los pilotos de nuestro equipo tenía que despedirse en Cachi. Finalmente fue Jeremías Israel quien cedió su motor. Su gesto denota gran valentía, pues implica decir adiós a la carrera, así que voy a pelear al máximo por la victoria para dedicársela. Debido a la penalización, he regalado 15 minutos a todos mis rivales. Pero el reglamento así lo establece y se nos aplica a todos por igual".

A pesar de la complicidad de la empresa, en el deporte todo es posible y Gonçalves todavía confía en sus rematas posibilidades de hacerse con el triunfo final el sábado en Buenos Aires: "Con siete minutos de retraso, era ya muy difícil, incluso si recuperaba dos minutos hoy. Ahora es incluso más complicado. Pero el problema que tuve yo ayer pueden tenerlo otros mañana, así que aún no es demasiado tarde y creo que todavía puedo aspirar a la victoria".