Los españoles Gabriel Campo y Rubén Millán finalizaron en la novena posición en la final del K-1 1.000 metros del Campeonato del Mundo que se celebra esta semana en Milán (Italia). Con un tiempo de 3:!5.319, los españoles estuvieron cerca de conseguir la plaza olímpica,  cuyo corte estaba en quedar entre los ocho primeros puestos . 

Los kayakistas gallegos, pertenecientes al Club Kayak Tudense, iniciaron su andadura por el Mundial con el tercer mejor tiempo en su eliminatoria acabando su serie en 3:22.064, lo que les permitió pasar a la semifinal. Una vez allí, en la semifinal lograron realizar una gran regata y hacerse con el segundo mejor tiempo. Millán y Campo finalizaron con un tiempo de 3:10.484, bajando en doce segundos el tiempo obtenido en la eliminatoria. En dicha semifinal, tuvieron muy cerca la victoria y realizaron un gran nivel que les permitió pasar a la final y luchar por las medallas. En la final, estuvieron muy igualados durante la regata y se han quedado a cinco segundos de la embarcación ganadora, los alemanes Marcus Gross y Max Rendschmidt. Los medallistas de oro terminaron la final con un tiempo de 3:10.175. La medalla de plata fue para la embarcación australiana, formada por Kenny Wallace y Lachlan Tame, mientras que el bronce fue para la pareja serbia formada por Marko Tomicevic y Milenko Zoric. Un buen Mundial para Rubén Millán que ha sido campeón del Mundo Sub-23 en 2014 con el K-4 1.000 metros español y ha conseguido en la Copa del Mundo celebrada esta temporada en Portugal la medalla de bronce en K-4 200 metros. También, Gabriel Campo consiguió dicha medalla de bronce en la Copa del Mundo en K-4 200 metros, junto a su compañero de embarcación en K-2 1.000 metros.

En este Mundial, las ocho primeras embarcaciones han conseguido la plaza olímpica para los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Río de Janeiro el próximo verano. Para el K-2 1.000 español, le queda una última baza para conseguir el billete a Río: el Campeonato de Europa que se celebra en Duisburgo (Alemania) el próximo año. En mayo, los españoles lucharán por conseguir ganar la competición, ya que sólo se pone en juego una plaza para Río en la modalidad de K-2 1.000 metros. Una competición en la que los españoles darán todo lo necesario por conseguir esa plaza y por llevar una embarcación más para los próximos Juegos.