Acelerón y frenazo. Así es el ritmo de los galos en este mundial, con una extraña mezcla de míticos jugadores en fase descendente en nivel y actitud, y una hornada de jóvenes que no acaba de romper el cascarón. Alternando momentos de brillantez con otros de apatía, el XV del Gallo camina inexorablemente hacia los cuartos de final, y afrontará ante Irlanda un duelo vital para afianzar su clasificación e intentar quedar primero para evitar a Nueva Zelanda.
Buen encuentro de los canadienses, pero acabaron desinflándose. Este mundial está siendo cruel con los equipos aspirantes, que se ven con un nivel muy similar al de los favoritos pero en los últimos minutos del partido terminan por no aguantar la exigencia física y mental que se requiere en estos encuentros.
Francia inicia y termina bien los dos tiempos
Intensidad, potencia, precisión en los pases. En definitiva rugby de alto voltaje. Dos clásicos del combinado galo ponían un parcial de 10-0 en los primeros minutos; Fofana lograba un ensayo y Michalat se mostraba impecable golpeando a palos. El partido entró en una fase de tiras y aflojas con mucha profundidad, hasta que en el minuto 28 Guirado lograba otro ensayo con la transformación de Michalat.
El ensayo de Slimani al filo del descanso apaciguó la rebelión canadiense
Con un escalofriante marcador de 17-0, los franceses se relajaron, bajaron el pistón de manera alarmante. Los canadienses encararon los últimos diez minutos de la primera parte como si no hubiera un mañana. Se jugaron íntegramente en campo francés, gracias al ímpetu y potencia de la delantera canadiense. Van der Merwe y Carpenter lograron sendos ensayos, y a Hirayama se le escapaba la posibilidad de poner a su equipo a tres puntos. Parecía que la primera parte finalizaría con 17-12, pero Slimani consiguió un meritorio ensayo que puso tierra de por medio. 24-12 después de Michalak siguiera con su exhibición.
El poderío físico de los canadienses siguió haciendo mella en Francia, que sufría ante las acometidas de los norteamericanos. Hirayama se resarcía de su anterior error con dos golpes a palos consecutivos. Michalak daba aire a los galos antes de que se produjera un carrusel de cambios que incrementó la intensidad de los franceses. Pape lograba un ensayo clave que sumía a los canadienses en la decepción al ver cómo se les escapaba el partido. Con el duelo ya resuelto, Grosso hacía otro ensayo que Parra convertía, poniendo la guinda al pastel.
Canadá se despide de toda remota posibilidad para clasificarse, y parece prácticamente imposible que pueda quedar tercero de grupo. Buscarán ante Rumanía una victoria que justifique su presencia en el torneo y les dé moral. Los franceses cumplen con lo esperado, y se jugarán ante Irlanda sus devenir en el torneo.