El catalán ha vuelto a cantar victoria en pista dura tras prácticamente 3 años sin hacerlo, desde Shanghái un 10 de octubre de 2011 donde venció en tres mangas al kazajo Kukushkin. Hoy, 885 días después y tras sufrir un verdadero calvario en este tipo de pistas a las que su juego tan poco se aclimata, ha conseguido cortar esa nefasta racha venciendo al polaco Przysiezny en tres largas mangas (7-5, 6-7 y 3-6).
175 centímetros de arcilla
Nacido en Sant Carles de la Rapita, este tenista se crió jugando en pistas de tierra en Barcelona y, por ello, su tenis gira en torno a ellas. Se puede decir que es un tenista de arcilla de pies a cabeza, asemejándose todas y cada una de sus características como profesional de la raqueta a lo que se necesita en tal superficie. Por ende, todo lo que le beneficia en su juego terrícola a 'Monty', le perjudica en las demás superficies, todas sus carencias. Pasamos a analizarlo.
En tierra, 186 victorias; en hierba y cemento no llega a sumar 50 De estatura corta para la media del tenis, cada saque en hierba o pista rápida le es un suplicio al resto. Su saque no es precisamente una de sus armas, sino lo aguerrido que es en el peloteo desde el fondo de pista, algo que para tierra es sumamente útil, pero no así en cemento donde los puntos largos son casi inexistentes. Además, ni su juego en la red, ni su volea, brillan por su excelencia.
De escasa estatura, sí, pero ágil de piernas y veloz en desplazamiento, algo que le hace muy peligroso a la hora de deslizarse sobre su querida tierra. Ahí, Albert es fuerte, solo hay que ver su historial, ganando 186 partidos en tierra en el circuito ATP, por solo 36 en cemento o 6 en hierba. Gran diferencia esta. Otra de sus armas, su solidez, su bajo número de errores no forzados, pero al no ser tampoco un gran pegador con su derecha, en cemento te puede llegar a convertir en un 'pasabolas' que vive de un mal día al saque del contrario. Complicado.
Tres años de calvarios tras derrotar a Kukushkin
A pesar de ser un jugador eminentemente terrícola, lo de Montañés no fue algo normal. Una cosa es que no te muevas bien por cemento, y otra cosa bien distinta es que no encuentres ni un solo partido en 3 años para poder vencer en dicha superficie. Además, incluso disponía de un torneo en tierras españolas, el ATP de Valencia, donde jugando en casa podría hacerlo, pero en tres ediciones consecutivas perdió en primera ronda (anteTursunov en 2013, Bautista en 2012 y en 2011 con Monfils).
Bien es cierto que en la mayoría de los casos tuvo enfrente a rivales de nivel como Gasquet, Kohlschreiber, Nishikori, Robredo, entre otros. Pero también dispuso de partidos cuantiosamente igualados de los que no consiguió sacar tajada, como ante Pere Riba en el Open de Australia de 2012, o ante el Potito Starace en Auckland de ese mismo año. Pero lejos de la frustración, la sensación que siempre dio -y sigue dando- es que la temporada de hard es simplemente un par de cheques a los que Albert tiene que ir periódicamente a recoger, ya que a sus 32 años no va a surgir de repente un cambio radical en su tenis.
En 2010 vivió sus mejores partidos en hard
Si un año fue fructífero para el barcelonés en pista dura ese fue el 2010, donde llegó a vencer hasta en 13 encuentros en cemento. Precisamente, ese año fue el mejor de su carrera, donde más regular se mostró, alcanzando la mejor posición de su carrera en el ranking ATP: 22º. Una gran campaña en la que desplegó todo su potencial tenístico.
Przysiezny, un rival idóneo para sacarse la espina del cemento
Si algo marcaba la cita de hoy de Albert Montañés eran las dudas de su rival. El polaco, un sacador compulsivo que a la más mínima oportunidad se la juega de derechas, llevaba un par de semanas con molestias en el brazo, una lesión que le obligó a no competir en Indian Wells. Esas molestias claro está que mermarían su mejor golpe, el saque, y por ahí fue por donde sacó petróleo Montañés. El tenista de Polonia ya no era tan mortífero al servicio, era la oportunidad de Albert.
El polaco llegaba mermado con molestias en el brazo
En todo el encuentro, Przysiezny solo llegó al60% de primer servicio, realizando 12 aces.Lo preocupante fue con las dobles faltas, ya que llegó a efectuar hasta 7, todas ellas en momentos claves del encuentro que dieron vida al catalán. Además, el español vivió una jornada al saque ciertamente buena, que le permitió vivir con excesiva tranquilidad al saque, concediendo solo 4 opciones de break en los tres sets.
La primera manga se fue para el casillero de Przysiezny tras una rotura en uno de los únicos despistes de Albert en el set (7-5). Tras ello, el duelo siguió por el cauce equitativo que había llevado el partido hasta el punto de alcanzar el tiebreak, donde Albert Montañés tiró de garra para sacarlo a su favor tras ir perdiendo en todo momento del mismo. Ya en el set definitivo, el catalán tiró de experiencia para saber mover al desfondado polaco que acabó cediendo por 6 juegos a 3 en una manga de claro dominio de 'Monty'. El encuentro era suyo, por fin había ganado en cemento tras años sin hacerlo. Concretamente, desde el pasado 10 de octubre del año 2011. Casi nada, 885 días tras ello.
Como anécdota, el polaco, a partir del encuentro de hoy, tendrá el honor de ser el único tenista de todo el circuito -y de los que están fuera de circulación también- que ha perdido ante Albert Montañés en más de una ocasión en cemento (la otra fue en 2010 en el US Open en 5sets). Y es que el bueno de Montañés, sigue dando guerra 885 largos días después.