Al servicio Roger Federer. Primer juego se lo apunta el suizo con mucha facilidad. Federer imprimió mucha velocidad a sus golpes jugando muy profundo para evitar las constantes subidas a la red, juego característico del jugador checo. Así sucedió durante todo el partido. Los golpes tanto de derecha como de revés incordiaban a Stepanek, que no sabía cómo contrarrestarlos. En el siguiente juego el jugador de Basilea rompió el saque de su rival. Con alguna que otra dificultad el suizo solventó sus servicios y se colocó 3-0 en el marcador. Y de nuevo Federer volvía a romper el servicio de su rival gracias a dos buenas derechas. Cuatro a cero. Cinco a cero. O Stepanek cambiaba su juego y metía más primeros servicios o poco iba a durar el partido. Tras 20 minutos de partido, el checo se apuntó el primer juego pero en el siguiente, Roger cerró la primera manga por 6-1 y ponía pie y medio en la siguiente ronda.
En la reanudación, el suizo seguía con su plan preconcebido: impedir que el jugador checo acabara las jugadas en la red, donde se hace mucho más peligroso. Federer empezó rompiendo de nuevo el saque de su rival y ganando su servicio. Ya estaba casi todo hecho pero aún faltaba cerrar. Federer cometía algunos errores y se enfadaba consigo mismo. Los jugadores mantenían su servicio. En el momento en que el marcador reflejaba 4-2 a favor del jugador suizo, éste volvió a romper. Tras levantarse de la silla del descanso, sin que le temblara el pulso, Federer cerró la manga y el partido por 6-2.
En la siguiente ronda Roger Federer se enfrentará a otro checo, Lukas Rosol, que en segunda ronda venció al francés Michael Llodrá por un doble 6-4. Federer sigue dando muestras de que no es el del año 2013. Ha vuelto por su fueros y en tierra va a dar mucho de qué hablar.