Belleza y armonía. Estas palabras aparentemente rimbombantes y más propias de otras disciplinas más allá del tenis, sintetizan a la perfección el juego desplegado por Feliciano López sobre hierba. Y es que la plasticidad y elegancia con la que viene jugando el español en las dos últimas semanas sobre esta superficie, trasladan al aficionado a otra época. Dos veces cuartofinalista de Wimbledon, con grandes actuaciones en Queens, como la de la semana pasada cayendo derrotado en la final ante Dimitrov, y dos títulos en su haber de Eastbourne, Feliciano López se erige en uno de los mejores jugadores sobre hierba del mundo. Lo que llama la atención es que a sus 32 años, parece haber alcanzado el mejor momento de su tenis sobre dicha superficie.
Madurez y clarividencia mental de Feliciano
Tras caer derrotado en Roland Garros y ver ciertas dosis de apatía en el toledano, el color verde del césped ha sido un influjo de ilusión y frescura mental para el español. Las mayores virtudes del atípico juego de Feliciano, adquieren un potencial enorme en esta superficie, donde su revés cortado supone un quebradero de cabeza para todos los rivales, y en la que puede sacar y volear con la maestría que le caracteriza. Con una movilidad de piernas excelsa, Feliciano fue capaz de derrotar a un Gasquet que se siente como pez en el agua en esta superficie, y que hoy luchó hasta el final para evitar que Feliciano se llevara consigo a Wimbledon el merecido premio a dos semanas de un tenis espectacular: su segundo torneo consecutivo de Eastbourne. Además, la comodidad y felicidad que muestra López cuando juega por obtener retos ambiciosos, se traducen en fortaleza y claridad mental, no en ansiedad como le ha ocurrido en otros momentos culmen de su carrera. Y es que Feliciano ha sabido manejar a la perfección el contexto del partido. Con un sol resplandeciente sobre la ciudad costera británica y una hierba sensiblemente más lenta que la de Queens, el español se mostró mucho más paciente a la hora de subir a la red y atacar la pelota, trabajando más el punto desde el fondo de pista.
Salió Feliciano en tromba, rompiendo el saque del galo en el tercer juego, y manteniendo su servicio con gran solidez hasta el 5-3, momento en que rompería por segunda ocasión el saque de Gasquet, para hacerse con el primer parcial. Sin embargo, la placidez duraría poco. El de Beziers comenzó a ver los huecos cuando Feliciano subía a la red, y subió el nivel de su revés, arma principal del francés por la cantidad de efectos y velocidades que puede imprimer a la bola con este golpe. Se llegó al tiebreak tras romperse una vez el saque cada uno, y en la muerte súbita, Gasquet se mostró más firme en los momentos culminantes lo que le permitió hacerse con el segundo set.
Bolas de break salvadas que le dieron moral en el 3º set
Con las espadas en todo lo alto, se temía que a Feli le pasara factura haber perdido el segundo set como lo perdió, e incluso podría acusar la final perdida en Queens la semana pasada. Tales sospechas parecían confirmarse cuando el español tuvo que hacer frente a un 15-40 en el juego inicial de la tercera manga. ¡Y vaya si las afrontó! Logró salvarlas con grandes primeros saques, así como otras a las que le forzó Gasquet en el séptimo juego del set, cuando fue amonestado con un dudoso warning por tardar en sacar más de lo debido por parte del árbitro del partido Fergus Murphy. Esto no descentró a Feliciano, sino que le motivó aún más para, llegado el marcador a 5-5, desplegar un juego magnífico, agarrarse a la pista con veteranía sabiendo de la tensión a la que estaba sometido Gasquet, y forzando dos errores no forzados del galo, que le dieron a Feliciano la posibilidad de cerrar el encuentro con su saque. Y así lo hizo; el toledano no lo dudó, y culminó un partido y una semana impecables.
Con cuatro títulos en su haber y la confianza por las nubes, Feliciano López se postula como un rival muy a tener en cuenta para alcanzar grandes éxitos en Wimbledon. Es momento de plasmar el gran tenis mostrado estas dos últimas semanas, en la gran cita del tenis mundial.