Sin grandes sorpresas entre los cabezas de serie

Decepciones, alegrías, remontadas, sorpresas. Suelen combinarse estos ingredientes en las primeras fases de Wimbledon, protagonizando una mezcla explosiva que trastoca el guión prefijado del torneo. Sin embargo, en la jornada inaugural del mismo, solo dos cabezas de serie han caído derrotados. Por un lado el canadiense Vasek Pospisil, cabeza de serie número 31, que cayó ante el holandés Haase por un marcador de 7-6 (6) 4-6 7-5 6-3. El jugador de los Países Bajos siempre resulta un duro rival a batir en estas pistas, y más para un Pospisil que transita en este 2014 con resultados más que discretos, y que parece que la proyección estelar que se atisbaba a raíz de sus resultados en 2013, se ha frenado en seco. Andreas Seppi fue el otro daminificado de esta jornada; el cabeza de serie número 25, se vio sorprendido por el argentino siempre batallador Leonardo Mayer. Lo que parecía que sería un trámite para Bolzano, cómodo en esta superficie y ante un jugador cuyo juego no parece adaptarse a la misma, se convirtió en una encarnizada batalla a cinco sets, donde la garra del argentino decantó la balanza en favor de éste con un marcador de 6-3 2-6 4-6 7-6 (7) 6-4.

Otros jugadores cuya derrota puede haber sido una sorpresa a pesar de no gozar de la condición de cabeza de serie, son Dominic Thiem y Dustin Brown. El joven y prometedor austriaco se dio de bruces con el jugador más joven del torneo, el australiano Luke Saville. Procedente de la previa y ganador del torneo junior en 2013, este jugador nacido en 1994 cuajó un partido perfecto, que le valió para eliminar a Thiem. Por su parte, el alemán de origen jamaicano Dustin Brown, especialista sobre hierba y, sobre todo, en hacer disfrutar al público con jugadas increíbles y un estilo desenfadado, cayó derrotado ante el chipriota Marcos Baghdatis. Brown, quien eliminara a Nadal en Halle hace tan solo dos semanas, supone una gran pérdida para el torneo en cuanto a show se refiere.

Otro aspecto a destacar de la jornada, es lo negativa que ha supuesto para los intereses del tenis británicos. Jóvenes criados en estas pistas y con la motivación que da jugar en casa como James Ward, Daniel Evans, Daniel Cox o Kyle Edmund, cayeron derrotados a las primeras de cambio. Especialmente sorprendente es la contundente derrota de Ward, el más experimentado de estos jugadores, ante un Youzhny al que se vio pletórico de confianza y que resolvió el partido 6-2 6-2 6-1. De entre los favoritos, quien más sufrió fue Tomas Berdych, que se dejó un set en su partido ante el veterano Victor Hanescu, aunque reaccionó con brillantez para resolver el encuentro en cuatro mangas (7-6 (4) 6-1 6-4 6-3).