El serbio empezó con facilidad, moviendo la pelota de un lado a otro de la pista a voluntad. Se apuntó los tres primeros juegos, haciendo break y consolidándolo. El francés intentaba igualar el encuentro con golpes largos e intentando ajustar las bolas a las líneas, pero en esa táctica iba a perder, por el momento. El resultado fueron errores no forzados del número 21 por winners del número uno. Sin embargo, como tiene acostumbrados a sus rivales, Monfils obligaba a Djokovic a ganar el punto dos o tres veces hasta anotárselo.
Ganó el galo su primer servicio, 3-1. El partido estaba empezando a exigir el máximo nivel por ambas partes. Al menos el serbio tenía el consuelo de que los golpes ajustados del francés seguían sin entrar, pero continuaba arriesgando y antes o después podía empezar a ser un peligro.
Se colocaba el número uno con 4-1 sin sufrir demasiado. Consiguió llevarse su segundo juego Monfils, 4-2. Se mantenía el break de ventaja para Djokovic. Los dos siguientes saques se repartieron igual, 5-3. Había reaccionado tarde el francés. En el noveno juego tuvo doble punto de rotura para recuperar el break encajado e intentar igualar el partido, pero Djokovic salvó ambos y acabó cerrando el set 6-3 cuando Monfils estrelló en la red una derecha con buenas intenciones.
En el segundo set el francés comenzó fuerte con su saque, al igual que había hecho en el set anterior, pero tan pronto metía un ace o un saque difícil de contestar como una doble falta. No se puede batallar contra Djokovic con ese parcial de aciertos y fallos.
El número uno estaba bastante acertado, y con unos giros de muñeca no humanos dirigía la bola a ángulos casi desconocidos de la pista.
El francés seguía enchufado con los saques, seis directos por uno del serbio, pero continuaba cometiendo errores no forzados importantes, así le volvió a romper el saque Djokovic, 2-1. En el siguiente juego el galo comenzó a acertar y le devolvió la rotura. Los intentos arriesgados, después de muchos fallos, empezaban a dar sus frutos. Se seguía soltando y esta vez, con buen resultado, 2-2. Monfils se puso por encima en el marcador por primera vez. Estuvo a punto de perder el saque otra vez, pero con buenos puntos levantó dos bolas de break. Dos juegos seguidos para el local, 2-3. No hizo más concesiones Djokovic en el siguiente juego, en blanco. 3-3. Se cumplía la hora de partido. Ace tras ace llegó el galo al 0-40 y se apuntó el séptimo juego.
Punto de inflexión. El número uno decayó en su juego y el francés seguía fuerte.
El marcador llegaba al 4-5, Monfils restaba para apuntarse el segundo set. No había duda de que el francés había subido el nivel de juego y empezaba a ponerle las cosas cuesta arriba al número uno. Djokovic no se podía permitir ni un descuido.
En el juego decisivo atacó agresivo Monfils, pero Djokovic se denfendió bien. Se comenzaba a desesperar el serbio, pero conservó su saque, 5-5. Levantó el puño en señal de la importancia de lo que había conseguido, y de lo que le había costado.
El francés estaba inspirado, no había duda. Mostraba un nivel impresionante. Estaba jugando mejor que el número uno. Se aseguró el tie break con 5-6, y de paso, posibilidad de restar de nuevo para llevarse el set.
Finalmente llegaron a la muerte súbita, 6-6. Djokovic volvió a mandar la bola a ángulos más difíciles, la única opción que le quedaba ante un francés imposible de tratar con su saque y con los restos que estaba metiendo.
El serbio entró en el partido en el momento crucial. Volvía a estar más acertado con su saque y con las derechas ganadoras. Una doble falta de Monfils puso el marcador 3-1. Los fallos del galo le iban dando puntos a Djokovic, que sumaba 6-1. Pinchó el francés con su nivel en el peor momento. Bien podía haberse apuntado la segunda manga. Otra bola fuera más del francés y 7-1. Partido para el número uno. Hoy se ha ganado el puesto. Mañana se enfrentará a Murray en cuartos.