Serena continúa haciéndose un hueco en los anales del tenis femenino; la menor de las "Williams" con 33 años, se convierte en la tenista más veterana en acceder a la final de Australia en la Era Open, superando a su compatriota Chris Evert.

La norteamericana buscará nada más y nada menos que su decimonoveno "grande" en la modalidad de individuales que se dice pronto. En este caso, disputará su sexta final en Melbourne Park (habiendo vencido en las cinco previas), la última en el año 2010 contra la belga Justine Henin.

Esta madrugada, tuvo que emplearse a fondo para derrocar a su compatriota Madison Keys en un disputado primer set que se adjudicó Serena ayudada de su experiencia en los momentos "calientes". El segundo set fue mucho más relajado para la número 1.

Keys, sin miedo

Un break inicial a favor de Madison hizo vibrar al público "aussie", la joven de 19 años comenzó el partido muy agresiva y anulando los golpeos de Serena.

En cambio, poco a poco, Williams comenzó a imponer su juego; un saque demoledor (13 aces), buenos porcentajes con el primer servicio, mucha potencia en su "drive" y un aspecto muy importante que le falta muchas veces a la americana: paciencia, le llevó a igualar el encuentro (3-3).

Hasta la muerte súbita, ambas jugadoras conseguían mantener todos sus saques. En el "tie break", la experiencia de Serena se impuso a la valentía de la pupila de Davenport. Keys llevaba la iniciativa en muchos de los puntos pero no conseguía rematar. 7-5 en el juego decisivo para la número 1.

El esfuerzo se pagó

La joven norteamericana comenzó a tener molestias que le impidieron rendir al máximo nivel. El esfuerzo de los días previos acabó con las esperanzas de la número 35 del ránking Wta. A Serena le bastaron dos "breaks" en el primer y tercer juego para finiquitar el encuentro.

Seis puntos de partido consiguió neutralizar Madison Keys.A Williams le costó cerrar el encuentro; pero una vez más consiguió imponerse. Éxito para la organización ya que se ha conseguido reunir a las dos mejores raquetas del circuito en la final; hecho que no ocurría desde el Us Open (2013) (Azarenka - Serena).

La final está servida. Duelo ruso-estadounidense en el horizonte. Favoritismo para una Serena Williams que sólo ha perdido cuatro finales en "grandes" y que no es derrotada por Sharapova desde 2004.