Una especial fuerza emanaba la raqueta de Verdasco. Saques inapelables, derechas que besaban las líneas y defensas numantinas ante los ataques del nipón. Fernando parecía haber saltado a la pista con el 'traje de los domingos', con el modo superestrella encendido, pero no fue más que un espejismo propiciado por un mar de dudas y unas pocas de rozaduras. Nishikori, ávido en la batalla, lo aprovechó sin ningún tipo de tapujos.
Fernando reina en la igualdad
Ambos tenistas afrontaban este duelo de tercera ronda en Indian Wells con sensaciones diferentes: Verdasco venía de dar una buena imagen venciendo, con solvencia y grandes maneras al servicio, a Duckworth (6-2 y 7-6); mientras que Nishikori venía de sembrar serias dudas en su estreno ante un gris Harrison que llegó a romperle el saque hasta en tres ocasiones (6-4 y 6-4).
Todas estas previsiones, se plasmaron en el primer set con el español dominando en cada punto y sirviendo a las mil maravillas, todo lo contrario al caso del nipón, que vivía de los pocos errores no forzados de Fernando y de breves momentos de inspiración. A pesar de todo, el madrileño no pudo quebrar y la primera manga se emplazó al tiebreak. De todo pudo pasar en la muerte súbita, con grandes puntos y giros inesperados de su transcurso por doquier. Finalmente, Verdasco pudo tirar de su versión más firme para hacer suya la primera manga (8-6).
Verdasco se autodestruye a la 'japonesa'
Poco le duró la excitación del primer set al madrileño. Nada más acabarlo, tuvo que pedir asistencia médica por unos problemas en su pie derecho (previsiblemente ampollas). Unas dolencias que emborronaron su partido y ritmo, chocándose de lleno con la sed de venganza de Nishikori.
Se podría decir que, en esta ocasión, el kamikaze no fue precisamente el japonés, sino que lo fue el anárquico tenis de un Verdasco que marchitaba con el paso de los puntos. Así las cosas, poco tuvo que sufrir Nishikori para igualar la contienda (6-1).
La monumental caraja de Fer no cesó con el inicio del tercer set, sino que tuvo que volver a ver como su rival le quebraba el servicio para revivir en el partido. Con todo en contra ya, el español luchó por lograr la machada de alcanzar en el tanteador al nipón, pero era una empresa demasiado complicada. Tuvo su opción cuando Kei servía para partido, pero desechó un 15-40 con dos restos que no llegaron a entrar en pista y, con ello, Nishikori avanzaba de ronda (6-4). Su siguiente rival saldrá del Feliciano - Cuevas.