Historia, tradición y leyenda se dan cita en el Real Club de Tenis Barcelona. Un remanso de paz, alejado del frenético ritmo de vida de una de las ciudades más cosmopolitas y turísticas del mundo, que se emplaza en el elegante barrio de Pedralbes, y que ha logrado adquirir una dimensión especial en el circuito, erigiéndose en un torneo de gran prestigio.
Tenis en un marco incomparable
Fundado en 1899, el Real Club de Tenis Barcelona cuenta con el prestigio de haber formado a grandes tenistas, siendo actualmente Marcel Granollers o Marc López, asiduos al mismo. Cuidados jardines y zonas verdes enmarcan un club exclusivo, que goza cada año de la visita fiel de centenares de aficionados a este deporte, y que se halla totalmente consolidado en el calendario. Unas condiciones climáticas benignas, unas pistas excelentemente cuidadas y el hecho de disputarse al nivel del mar, hacen del evento una preparación idónea para un Roland Garros que ya se atisba a la vuelta de la esquina.
Aumento notable de los premios en metálico
La gran consideración sobre el torneo, ha permitido a la organización hacer una apuesta por seguir atrayendo a los mejores del mundo, y consolidarse como uno de los mejores ATP500 del año. Con dicho objetivo, se han incrementado en más de 70.000 dólares los premios en metálico que se repartirán a los jugadores.
El ganador del evento se embolsará 457.550 euros (35.000 más que el año pasado), y el finalista 208.600. Tan solo los torneos celebrados en Pekín y Dubai, superan las cifras de este Conde de Godó, que continuará aunando historia con modernidad, siendo un torneo en el que se respira tenis por los cuatro costados.
64 jugadores y un único ganador
Kei Nishikori supondrá la gran amenaza para los dos portentos del tenis español, como son Rafael Nadal y David Ferrer. Campeón el año pasado, en lo que supuso su eclosión definitiva, el nipón buscará recuperar el nivel de tenis que mostrara en tierra batida en el año 2014, antes de su desafortunada lesión.
Ferrer y Nadal tienen en el Conde de Godó un lugar idóneo para sus citas y escarceos. No son pocos los partidos disputados por estos dos titanes, en lo que se ha convertido en uno de los duelos más repetidos en la historia del torneo, habiendo ganado el manacorí cuatro finales al de Xávea.
Pero no serán los únicos que defenderán los intereses del tenis español, erigiéndose Robredo y Bautista en serias alternativas. El buen tenis desplegado por ambos en Montecarlo, les concede la vitola de serios aspirantes al trono. Clásicos como Feliciano López o Fernando Verdasco intentarán agradar y seguir mejorando su juego, aunque parece difícil que el madrileña pueda repetir la hazaña de 2010, año en que se hizo con el título. Almagro y Granollers también buscarán con ahínco reverdecer su tenis, en horas bajas actualmente.
Más dudas aunque no menos expectación, generan otros cabezas de serie, como Gulbis, Fognini o Tsonga. Inmersos en una crisis de juego y resultados muy aguda, el letón y el italiano buscarán en Barcelona la inspiración que tanto necesitan. Por su parte, el francés no acaba de recuperar las sensaciones que le acompañaran hasta antes de su lesión en 2014, y no parece la tierra batida el lugar idóneo para un cambio de rumbo positivo en su temporada.
Jóvenes al poder
Uno de los jugadores de moda del circuito, como es Andrey Rublev, será de la partida en Barcelona, tras haber superado la fase previa del evento. Suscita expectación este joven que fue capaz de erigirse en el héroe de Rusia hace unos meses, cuando contribuyó de manera decisiva al triunfo de su país ante Dinamarca.
Munar-Clar será una gran atracción tras superar la fase previa
Con mayor empaque pero menos confianza llega Pablo Carreño; el gijonés ha sido derrotado a las primeras de cambio tanto en Casablanca como en Montecarlo, por lo que buscará redimirse de estos resultados negativos. También resultará interesante para el público español, presenciar el juego de Rubén Carballés Baena, que ha recibido una wildcar, siendo el 221 del mundo y teniendo apenas 22 años. Aunque el jugador más joven del cuadro es Jaume Munar-Clar, cuyo nombre viene sonando con fuerza en los últimos años, por sus buenos resultados en Grand Slam juniors, y las halagüeñas expectativas que se tienen de su juego. El español logró clasificarse procedente de la fase previa, por lo que llegará rebosando de confianza.
Primera aparición de Kyrgios sobre tierra batida europea
Aunque hay dos jóvenes que sobresalen sobre los demás, como son Dominic Thiem y Nick Kyrgios. Sorprende especialmente la presencia del australiano, que nunca había disputado torneos de la gira europea de tierra batida.
Tierra de campeones
Ganar en Barcelona equivale a ser un jugador muy notable, acogiendo en su palmarés a tenistas que marcaron una época. Rafael Nadal ha ganado en ocho ocasiones el título, por lo que es el dominador absoluto del último decenio, habiendo sido cuestionado solamente por Nishikori en 2014, que se aprovechó de la derrota del balear ante Almagro, y por la lesión que le impidió competir en 2010.
Manuel Orantes, Roy Emerson y Mats Wilander, siguen de lejos al español, con tres títulos cada uno. Nombres como los Moyá, Robredo, Andrés Gómez, Muster, Nastase y, por supuesto, Borj y Lendl, brillan con luz propia en el palmarés del torneo, al que dotan de una significancia especial.