Garra y carácter son dos condiciones inherentes a Guillermo García-López . Este guerrero de las pistas de 31 años, parece haber recuperado el tono de juego de inicio de temporada, con el que asombró al mundo del tenis y que le reportó el título de Zagreb. Tras unas semanas de bajón en juego y resultados, el español gana mucha confianza con su victoria ante Rosol, un jugador incómodo donde los haya, con el que saltaron chispas a lo largo del encuentro. 

García-López doma el juego agresivo de Rosol

Aires de revancha tras el anterior duelo en la final de 2013

El checo encarna a la perfección el estilo de juego que amenaza con reinar en los próximos años en el circuito. Golpetazos a diestro y siniestro, con un revés a dos manos que es prácticamente un segundo drive, y apoyándose en un servicio imperial. Sin embargo, aún quedas románticos que perciben el tenis como un deporte táctico, donde prime el toque y la muñeca juegue un papel decisivo. Uno de ellos es el elegante García-López, que ganó algo más que un partido. Y es que en la final de 2013, Rosol se alzó con el torneo derrotando precisamente al manchego, por un contundente 6-3 6-2.

Willy mostró la progesión que está llevando a cabo, estando en el cénit de su carrera actualmente. Empleando a la perfección los efectos, y variando mucho con su revés, el de La Roda estuvo muy fuerte mentalmente y muy acertado con los golpes paralelos, tanto de revés como de derecha. Solo así pudo frenar las acometidas de Rosol en el primer set, que logró romper el servicio del español pero cedió 6-4 finalmente.

Con la tranquilidad de saberse dominar, García-López continuó variando su juego, con magistrales dejadas y acertadas subidas a la red. Rosol también subió mucho su nivel, lo que otorgó un gran espectáculo a los contados espectadores que poblaban la pista central.

Final dramático de partido

Rosol perdió una bola de set en el tiebreak

El partido se fue calentando, y adquirió su momento álgido en un tiebreak dramático, en el que Rosol desperdició una bola de set lanzando un revés a media pista contra la red. El español se agarró a la pista, y tiró de experiencia para obtener la victoria. Una victoria rodeada de cierta polémica, después de que ambos se negaran el saludo mutuamente a la conclusión del encuentro.

El jugador español se encuentra a dos victorias de obtener un nuevo título en su carrera, que sería el quinto. Para ello, tendrá que derrotar en semifinales a Monfils o Bolelli.