Impenetrable, insuperable, impetuoso. En definitiva, extraordinario. Así se mostró Roberto Bautista tras su 'refresco' en el baño al perder el primer set. Una mala salida que aprovechó el dominicano para ponerse por delante, pero el castellonense pasó por vestuarios para sacar a pista su versión más 'Super-star'. Ni un perdón, ni un fallo, nada...Estrella solo podía resignarse y aplaudir ante el desenfreno tenístico de Rober que le llevó a sufrir dos duros 'roscos' (6-4, 0-6 y 0-6).

Este partido de cuartos empezó con un solo jugador en pista. El bueno de Bautista pareció salir dormido aún y la experiencia y saber estar del dominicano lo aprovecharon. En su primer servicio, y con dos dobles faltas de por medio, Estrella rompía y se adelantaba en el tanteador. A partir de ahí, Bautista empezó a desperezarse, a quitarle las 'legañas' a su raqueta, pero no lo suficiente para que Estrella Burgos se alzara con el primer set (6-4).

Roberto Bautista, modo 'super-star'

Y si en el primer set metaforeábamos con que solo había un tenista sobre la arcilla de Munich, en el segundo parcial -y en el resto del encuentro- no fue distinto. Antes de iniciarlo, Bautista pidió un 'toilet break', es decir, que se fue al baño. Desconocemos lo que hizo, lo que guardaba allí ni lo que se dejó, pero si sabemos lo que sacó: su versión más voraz. Un vendaval salido del baño y proveniente de Castellón arrasó al pobre del dominicano.

Un devastador Bautista remontó con dos 'roscos' en 50 minutos

Desconcierto, sorpresa, resignación, cualquier sentimiento de abstención a su dominio era en vano. Ni tiempo a aplaudir daba, a nada que se despistaba el dominicano ya tenía otro break en contra. Seguramente, una de las grandes actuaciones ofensivas de Rober y ante una roca dura como un diamante. Así, en media hora, endosó un 6-0 sin paliativos para igualar la contienda.

Todo esto pudo quedar en un bajón momentáneo del rival, en un conjunto de bolas encadenadas por el español que malformaron la realidad, pero ni mucho menos. Los ojos de Bautista denotaban querer mucho más, brillaban con fiereza en busca de seguir a tal nivel. Y lo consiguió. Si el segundo set fue rápido, este tercero fue fugaz. En apenas 20 minutos, Bautista estaba ya dando la mano a Estrella en la red. Una intensidad sin límites que hundió a un jugador que venía rayando a un nivel muy alto como el domicano de 35 años.

Esta tarde, Andy Murray

Su próximo rival, para la misma tarde de hoy, será el escocés Andy Murray quien también tuvo que tirar de remontada -pero ni mucho menos de tal nivel- para derrotar a Lukas Rosol. El checo rayó a un gran nivel en el primer set y, tras muchas idas y venidas en el marcador, se hizo con la primera manga. Tras ello, el escocés tiró de galones y tenis para remontar a un Rosol al que le pudo el vértigo (4-6, 6-3 y 6-2).