TenisTenis VAVEL

Roger Federer, Emperador de Constantinopla

El Imperio Otomano es suyo. Roger Federer vuelve a hacer historia al consagrarse como primerísimo campeón de Estambul, batiendo en la final al uruguayo Pablo Cuevas 6-3 7-6(11) en una hora 36 minutos. Este representa su título número 85 y el tercero del año.

Roger Federer, Emperador de Constantinopla
Roger Federer, Emperador de Constantinopla (Foto: Istanbul Open)
monicaareverc
Por Mónica Áreverc

Roger Federer ha conquistado este domingo su 85º título ATP (85-43), el tercero de la temporada, proclamándose como el primer triunfador del recién inaugurado ATP 250 de Estambul. Un triunfo que perdurará eternamente, pues describirá los orígenes de la historia del torneo. El suizo, ubicado en el tercer puesto de jugadores con mayor número de títulos, se ha logrado posicionar así a tan solo 9 trofeos de igualar la marca de Ivan Lendl, que ocupa el segundo puesto con 94 títulos.

A sus 33 años, el maestro de la raqueta demuestra estar en plena forma, y ha derrotado a un Pablo Cuevas de gran nivel por 6-3 7-6(11). En los seis torneos que ha jugado esta temporada, el número dos del mundo ha alcanzado cuatro finales, de las cuales ha ganado tres títulos. De este modo, suma en lo que va de año Brisbane, Dubai y Estambul a su palmarés.

Asimismo, el máximo campeón de Grand Slam (17) no ganaba un título en esta superficie desde hacía tres años en la tierra azul de Madrid, mientras que no triunfaba en la tierra batida tradicional desde su inolvidable Roland Garros 2009.

"He tenido una semana absolutamente genial. He sido tratado como alguien muy especial. Gracias por haber sido tan buenos conmigo", reconoció el suizo.

Federer, que ha alcanzado la final en 11 de los últimos 15 torneos disputados, considera que ha ido jugando mejor a medida que transcurría la semana: "Pienso que la final ha sido mi mejor actuación. Estoy muy feliz. Estoy muy orgulloso de ser el primer campeón aquí en la primera edición del torneo de Estambul". Y no es para menos, porque con su título en Turquía ya suma 19 países donde se ha coronado campeón.

Por otro lado, gracias a este torneo ha conseguido añadir otros récords a su historial. El suizo ha superado los 9.074 aces de Andy Roddick, colocándose en tercera posición en esa categoría, y también ha alcanzado su victoria número 200 en tierra.

Por su parte, Pablo Cuevas, número 23 del mundo y tercer cabeza de serie, había ganado hasta el momento 13 de los 17 partidos disputados en tierra, incluyendo tres títulos en tres finales sobre esta superficie. El uruguayo, que ha tenido que afrontar hasta nueve pelotas de rotura en este partido, se coronó en el ATP de Sao Paulo recientemente.

Asimismo, aunque no se había enfrentado nunca antes al helvético, parece sentir gran admiración por él, ya que publicó en su Facebook: "A pesar de que entré preparado para ganar, será inolvidable haber jugado en la definición de un torneo con el mejor de todos los tiempos". Por tanto, esta final se ha convertido en un momento de enorme valor para el uruguayo.

La temporada de tierra de Federer

Después de caer en tercera ronda en el Masters de Monte Carlo, el número 2 del mundo se ha redimido alzándose con la victoria en su segundo torneo de tierra batida de la temporada. Federer, que pasará unos días en Suiza, disputará la semana próxima el Masters 1000 de Madrid.

Federer celebró su triunfo muy entusiasta, dando pequeños brincos de alegría. Su reacción demuestra el hambre de victorias que todavía lleva consigo.

Sin embargo su presencia en el de Roma aún es una incógnita: "Aún no me he decidido, pero parece complicado. He jugado unos partidos duros y pronto estaré en Madrid", declaró el campeón de Estambul. "Me gustaría estar en Roma, me gusta la ciudad, y a mi familia también. Pero tengo que prestar atención a mi preparación física, a los riesgos y al cansancio", prosiguió honestamente.

Su participación probablemente dependerá del resultado que consiga en la capital española, pues se trataría de tres semanas consecutivas de juego y solo dispondría de una semana para descansar antes de Roland Garros.

Sin embargo, a Roger no parecen preocuparle demasiado ahora mismo sus compromisos profesionales, pues pretende disfrutar de este título: "No pienso en las siguientes semanas. Me importa, no me malinterpretéis… Hmmm… En realidad ahora no me importa", bromeó durante la rueda de prensa.

El canal de Youtube del torneo nos ofrece amablemente el punto de campeonato... ¡a pie de pista!

Primer set: baño turco

El primer cabeza de serie no tardó en conseguir su primer break point. En el segundo juego al resto, Cuevas logró salvar hasta dos bolas de rotura en contra. Sin embargo, a la tercera fue la vencida para Roger, que desplegó su mejor juego durante un peloteo que finalizó con una pelota larga del uruguayo.

El siguiente juego de servicio consolidaría la ventaja del helvético para el 3-0. Dotado de gran belleza, el primero fue uno de los puntazos del partido: Cuevas atacaba buscando los lados de la pista constantemente, obligando al suizo a jugar defensivo. Federer patinaba sobre la tierra como un bailarín, alcanzando en las esquinas pelotas imposibles con golpes cortados tanto de derecha como de revés. Sin embargo, efectuando un contraataque, comenzó a tirar a las líneas con ajustada precisión, adentrándose cada vez más en la pista hasta lanzar un revés cruzado ganador que superaría a su rival.

Tras dos juegos en blanco, Federer se dispuso a servir para cerrar el parcial. Tras desperdiciar su primera bola de set con una caña, el helvético convirtió una segunda ocasión y se llevó la manga 6-3.

Un desempate de montaña rusa

Durante el segundo set, el suizo rompió el servicio del tercer cabeza de serie en el séptimo juego, pero este lo recuperó inmediatamente aprovechando su única bola de break, hecho que igualaría la manga 4-4. Aunque a continuación se colocara con triple punto de rotura, Roger no fue capaz de aprovechar ninguna de esas ocasiones, lo cual llevó a ambos jugadores a mantener sus respectivos servicios para llegar al tie-break.

Federer patinaba sobre la tierra como un bailarín, alcanzando en las esquinas pelotas imposibles.

El suizo demostró moverse muy bien por la pista durante todo el partido, luchando por recuperar bolas en las esquinas y mostrando un juego variado y completo. En este parcial cabe destacar otro punto memorable digno de una final. En el noveno juego 0-15 abajo, Cuevas sirvió una bola alta al revés de Federer, cuya devolución dio la posibilidad al uruguayo de lanzar una derecha angulada cruzada que forzaría al suizo a marcarse un sprint del lado de la ventaja al del deuce para levantar, al límite, la pelota con un globo.

Inesperadamente, este globo entró en la pista contraria, y obligó a Cuevas a efectuar un remate. Sin embargo, el helvético, colocado cinco metros detrás de la línea de fondo en esta ocasión, lo devolvió con una derecha. El suizo prosiguió ejecutando dos derechas paralelas más hasta que logró mantener a su rival suficientemente alejado de la red. Y fue entonces cuando decidió lanzar una dejada ganadora de revés inalcanzable para el uruguayo.

En un frenético tie-break, el helvético desperdició hasta cuatro pelotas de campeonato, pero también salvó tres bolas de set del rival. Finalmente, el número 2 del mundo se proclamó campeón gracias a la conversión del quinto match point, definiendo el desempate por un marcador de 13-11.

Federer celebró su triunfo muy entusiasta, alzando ligeramente sus brazos y mirada al cielo, dando pequeños brincos de alegría, regocijándose de su merecida victoria. Todo sonrisas, el suizo irradiaba felicidad. Su reacción demuestra el hambre de victorias que todavía lleva consigo, incluso cuando se trata de torneos de categoría 250. Esta es una motivación que le hace seguir empleándose a fondo. Un regalo para los fans, a los que les permite seguir disfrutando de su juego, viéndolo en acción.

"Gracias, Su Majestad"

Al ritmo de la emblemática We are the Champions, Federer levantaba su copa ante la ovación de un entregado público. A continuación, el presentador entrevistaba al campeón, al que anunciaba como "Su Majestad". El jugador helvético sólo tenía palabras de agradecimiento para el torneo y los espectadores, que manifestaron una Rogermanía tremenda durante toda la semana.

"He tenido una semana absolutamente genial. He sido tratado como alguien muy especial. Gracias por haber sido tan buenos conmigo. No puedo agradecéroslo lo suficiente", declaró el suizo abrazado a su trofeo de campeón dirigiéndose a toda la grada turca, a la cual había lanzado besos al finalizar el partido y firmado autógrafos durante varios minutos.

Pero el helvético tampoco escatimó en elogios hacia el juego de Cuevas y tampoco dudó en demostrarle su cariño y simpatía. Tras avisarle personalmente para hacerse la tradicional foto de finalistas, Federer decidió pasar su brazo sobre el hombro de su rival para la pose fotográfica. Por otro lado, al finalizar la ceremonia de premios, el campeón acudió al asiento de su oponente para entablar una animada conversación.

Durante la rueda de prensa, el suizo reconoció: "He tenido una semana maravillosa, dentro y fuera de la pista. He podido visitar la ciudad un poco, conocer a mucha gente, disfrutar del apoyo de los aficionados y de la experiencia en Turquía". Ha sido recíproco, Roger. Los turcos también han tenido una semana maravillosa. El pequeño torneo puede estar orgulloso y honrado de haber empezado su periplo con el triunfo del que es considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos.