Roland Garros 2015 baja el telón y sus tenistas llegan a la capital francesa llenos de ilusiones, imaginándose en 15 días levantando la Copa de los Mosqueteros en la Philippe Chatrier. Un privilegio reservado en la última década a tenistas top como Rafael Nadal o Roger Federer, dónde solo Novak Djokovic parecía poder introducirse en el monopolio ha cambiado esta temporada, convirtiéndolo en el Roland Garros más abierto de los últimos tiempos.

El estado de Rafa Nadal es una de las principales causas de este cambio. Su temporada llena de dudas, tan sólo un título en Buenos Aires a comienzos de años y el no haber ganado ningún título en la gira europea, hecho que no ocurría desde 2003, lleva al tenista español a una situación nueva para él. Sus derrotas ante tenistas de ranking inferior o derrotas ante rivales inferiores en tierra batida unidos a las dudas en su juego presenta un duro escollo para poder conseguir su décimo Roland Garros. Al ser un torneo al mejor de 5 sets y estar hablando de Nadal, el mejor tenista sobre tierra batida de la historia, su candidatura siempre esta ahí.

Junto a él en todas las encuestas se encuentra Djokovic, invicto esta temporada sobre tierra batida ganando los títulos de Montecarlo y Roma. Nos encontramos ante sí un número uno sólido y superior. Desde 2011 no gobernaba el tenis mundial con esta facilidad. Gana cuando juega mal y por supuesto cuando lo hace bien. Lo único que puede perjudicar a Djokovic sea el exceso de confianza al sentirse tan favorito y la presión de ganar Roland Garros, el último gran título que le falta y se le ha resistido en numerosas ocasiones.

Tras ellos y con el permiso de Roger Federer y el resto de top ten, hablaremos de las posibilidades de otros tenistas, que no aparecen en las apuestas pero que si los favoritos dudan allí estarán ellos para explotar sus opciones.

Monfils, la esperanza local

Desde la victoria de Noah en 1983, el público francés sigue buscando a su nuevo héroe. Gael es el tenista francés que mas posibilidades encarna de poder reinar en casa. Tras años de decepciones el público parece haberse rendido ante la posiblidad de que alguno de los "suyos" gane Roland Garros. La presión, Nadal, Federer parecen haber sido demasiado para los Monfils, Tsonga, Simon o Gasquet. Monfils, que ya jugó semifinales en 2008, ya sabe lo que es vencer a tenistas top sobre tierra batida, como Roger Federer. Con un sorteo donde evitará a Djokovic o a Nadal hasta la final podría ser el principio de una gran historia para él. Su tenis de show y entrega suele deparar grandes momentos en los Grand Slam. La pantera puede ser la bestia negra de los principales favoritos.

Goffin, vuelta al comienzo de todo

Allá por 2012 un menudo chico belga aparecía en las portadas tras su espectacular torneo donde se dió a conocer. Partiendo de lucky loser se plantó en octavos de final, donde nos brindó un gran partido ante Roger Federer. 3 años después un Goffin más maduro y mas regular se presenta en la capital francesa con las mismas ganas e ilusión de volver a ser protagonista en París. Tras sus cuartos de final en Roma, Goffin, si el físico le respeta y consegue sacar la garra que tiene oculta, tiene tenis de sobra para hacer daño a cualquiera. A pesar de no ser su superficie predilecta es en la que desarrolla mejor su tenis. Sus golpes no son explosivos pero es un tenista con un ritmo que puede desarbolar  a la mayor parte del circuito desde el fondo.

Fognini, repetir lo logrado por Gaudio

Fabio Fognini un tenista en peligro de extinción, un mago capaz de lo mejor y de lo peor sobre una pista de tenis. Su espontaneidad e irregularidad le asemejan con Gastón Gaudio, tenista argentino que dió la campanada venciendo en 2004. Fognini es uno de los grandes tenista sobre tierra batida actualmente, sus dos victorias sobre Nadal esta temporada lo acreditan. Tras reconciliarse con el público italiano en el Masters 1000 de Roma con partidos espectaculares ante Dimitrov o Berdych, parece haber dejado atrás los fantasmas de principio de temporada y alcanzar la tranquilidad y confianza suficiente para desplegar su categoría, que es mucha. Mostrarse al 100% durante dos semanas seguidas es un reto pero si lo consigue es capaz de derrotar a cualquiera que se ponga en su camino. Depende de su cabeza y ambición.

Verdasco ahora o nunca

A sus 31 años, un Fernando Verdasco más maduro se presenta en París. Para un jugador críado sobre tierra batida, ganar Roland Garros es el sueño con el que crece. Sorprende que el único Grand Slam donde Fer no ha alcanzado cuartos de final sea el torneo parisino. Tras evitar en el cuadro a Nadal y Djokovic, Verdasco puede ser una de las sorpresas de la parte baja del cuadro. No tiene la presión de antaño, pero su tenis sigue ahí, capaz de complicar a cualquiera. Si se presenta el Verdasco de las grandes citas que se prepare el circuito. El Roland Garros más abierto de la última década puede ser la última oportunidad del tenista madrileño de cumplir un gran deseo, dejar su nombre en la historia del torneo más prestigioso sobre tierra batida.