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La ineficiente seguridad de Roland Garros: Federer abordado por un espontáneo

Roger Federer ha vuelto a ser blanco del fanatismo en Roland Garros como ya ocurriera durante la final de 2009. Un joven ha burlado la seguridad del recinto y ha saltado a la pista solicitando un selfie al tenista. Injustificablemente, los guardias de seguridad reaccionaron más de diez segundos después.

La ineficiente seguridad de Roland Garros: Federer abordado por un espontáneo
La ineficiente seguridad de Roland Garros: Federer abordado por un espontáneo
monicaareverc
Por Mónica Áreverc

Roger Federer se ha encontrado en una situación peligrosa e inesperada hoy en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros tras su partido de primera ronda contra Alejandro Falla, al que ha derrotado en tres sets consecutivos.

Al finalizar el encuentro un espontáneo saltó a la pista móvil en mano dispuesto a hacerse un selfie con Roger. Tras terminar su entrevista sobre la pista y de camino a los vestuarios, Federer se vio sorprendido por el joven, que se acercó a él reclamándole una foto. Sin comprender lo que estaba ocurriendo ni la falta de profesionalidad de la seguridad del torneo, el suizo se paró ante él dubitativo, mirando de reojo a uno de los responsables de seguridad mientras buscaba una intervención por su parte.

"Esta es la segunda vez que ocurre este año. En la pista es donde trabajas, ahí es donde quieres sentirte seguro", protestó el helvético.

"Este no es tu lugar", advirtió el tenista al espontáneo, de manera cordial y manteniendo la compostura. Inexplicablemente, el guardia de seguridad reaccionó más de diez segundos después de que se produjera el incidente, algo totalmente injustificable y preocupante para los jugadores.

Posteriormente, el número dos del mundo reflexionó así ante tal episodio: "Nada ocurrió, así que estoy aliviado. Pero claramente no es una bonita situación en la que estar".

Asustando a los fans del helvético y probablemente también al tenista, el acosador fue sacado de la pista por los guardias del recinto. "De repente se encontró a mi lado. No sabía de quien se trataba y nadie reaccionaba", prosiguió Federer. "Creo que hay que actuar rápido ante estas situaciones", manifestó firmemente.

"Esta es la segunda vez que ocurre este año. En la pista es donde trabajas, ahí es donde quieres sentirte seguro", reclamó hablando en nombre de todos sus compañeros. "Sucedió también ayer durante el entrenamiento", continuó el suizo, que reconoció no estar para nada contento con lo acontecido. Y es que tras terminar su práctica de ayer, el jugador también fue perseguido por un niño que saltó a la pista, y al que a continuación se le unieron alrededor de veinte niños más. Según testigos presenciales, entonces tan solo se encontraba presente un guardia de seguridad en el lugar, el cual se vio indefenso y no pudo hacer nada para evitar la situación.

Durante la final de 2009, el helvético vivió una experiencia similar cuando Jimmy Jump logró acceder a la pista durante el partido.

A pesar de que la organización presentó sus disculpas al tenista esta tarde, la falta de respuesta puntual por parte de la seguridad de Roland Garros resulta vergonzosa teniendo en cuenta que se trata de un evento de tan enorme magnitud. Tras ser interrogado posteriormente, el espontáneo declaró que la organización borró de su dispositivo el selfie que había logrado tomar con el jugador.

Incidentes como este no deberían tener lugar en el circuito profesional, pues garantizar la seguridad tanto de los jugadores como de los espectadores es la obligación fundamental de los torneos. Durante la final de 2009, el helvético vivió una experiencia similar cuando Jimmy Jump logró acceder a la pista durante el partido, y le abordó intentando colocarle un gorro en la cabeza. En 2013 lo volvió a hacer, esa vez con Nadal.

Pero el incidente más delicado de la historia fue el acontecido en 1993, cuando la tenista Monica Seles fue apuñalada por un desquiciado fanático de Steffi Graf que saltó a la pista con un cuchillo durante un encuentro en Hamburgo. Sin embargo, la historia parece no haber enseñado nada a la organización de estos eventos deportivos desde entonces.