Una nueva edición de Roland Garros va a arrancar para el tenista español, que llegará a la cita con el torneo parisino tras caer eliminado en las semifinales del Masters 1000 de Roma, a manos del serbio Novak Djokovic por 6-4 y 6-4. David llega con confianza, ganas e ilusión de poder hacer un buen torneo, a sabiendas de la dificultad que entraña el torneo.
"Acabé el año muy bien, tanto a nivel tenístico como mental, empecé esta temporada con muchas ganas e ilusión"
Conseguir llegar a hilar 50 grandes ininterrumpídamente es algo que le hace rememorar todo lo conseguido a Ferrer. "He podido jugar 50 veces los grandes de forma consecutiva, es un dato importante. Voy a intentar que siga siendo así durante los dos primeros años. Me acuerdo que en 2003 tenía muchos más nervios de los que tengo ahora. El hecho de venir cada año me ha obligado a aprender muchas cosas y haber evolucionado como persona. No soy el mismo jugador que llegó a París con 19 años, ahora tengo 33, pero el recuerdo es bueno, era un niño en aquel momento", comentó ante los medios.
Para terminar, David Ferrer está encantado de jugar Grand Slams, donde todo se multiplica en masa. "La cantidad de gente que hay, el espectáculo, los partidos… es diferente a cualquier otro torneo, cualquier Grand Slam es macro. Están rodeados por mucha expectación, pero una vez estás dentro del circuito lo ves como algo natural y completamente normal", concluyó.