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Nadal empieza con éxito la defensa de su trono

El tenista manacorí, campeón defensor de Roland Garros, empezó su andadura en la edición de 2015 del Grand Slam francés con una imponente victoria ante el valiente y joven Quentin Halys, un jugador local de 18 años que no se amedrentó pese a la magnitud de su adversario.

Nadal empieza con éxito la defensa de su trono
Nadal celebra su victoria ante Halys | Foto: Roland Garros
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Por Adrián Viéitez

Rafael Nadal ya está en la segunda ronda de Roland Garros. Este mediodía, en el segundo turno de la pista Philippe Chatrier (la principal del complejo tenístico parisino), el tenista balear comenzaba su andadura en el segundo Grand Slam del año. Una andadura que se presume más larga y compleja que nunca, debido al nivel de forma que ha exhibido Nadal durante toda la temporada, imponiéndose únicamente en el ATP 250 de Buenos Aires en el mes de febrero y sin lograr imponerse en ninguno de los Masters 1000 disputados sobre tierra batida, sufriendo derrotas especialmente duras ante Andy Murray en la final de Madrid y Stanislas Wawrinka en cuartos de Roma. 

Pese a todo, la intención de Rafael Nadal en este Roland Garros no difiere en absoluto de la que venció en París por primera vez, allá por 2005. El tenista español, actual número 7 del mundo, llega a la tierra francesa con el único objetivo de lograr su décimo triunfo en el citado Grand Slam y engrandecer, de esta forma, su leyenda ya desproporcionada. Para alcanzarlo, obtener buenas sensaciones en las primeras rondas era una de las claves que el propio Nadal se señalaba a sí mismo los días previos al inicio del torneo. El primer escollo en su camino hacia el título sería el francés Quentin Halys, que a sus 18 años recibía una Wild-Card para realizar su debut en Roland Garros.

El partido comenzaba con un Halys algo desafinado y nervioso que no era capaz de conectar sus golpes con fluidez pero que dejaba claro cuáles eran sus intenciones para el partido: hacer su juego, no amedrentarse y pegarle fortísimo a la pelota, consciente de que, teniendo en cuenta su falta de experiencia, sólo un día espectacular con sus golpes ganadores podría darle alguna oportunidad de sobreponerse a esa muralla física y mental que es Rafael Nadal. Halys cometía varias dobles faltas con su servicio y acababa cediendo dos breaks que permitían al español encarrilar el primer parcial con un contundente 4-1 de salida. 

Pese a todo, el joven tenista francés tenía todavía muchas cosas por decir. A medida que su golpeo plano de derecha empezó a funcionar y la pelota empezó a correrle de forma eficiente, el encuentro comenzó a equilibrarse. Halys lograría recortar una de las roturas que hasta ese momento tenía Nadal en su propiedad y colocar un 4-3 en el marcador que invitaba al optimismo. Pese a todo, Nadal seguía teniendo el partido donde él lo quería. Con Halys embelesando a los espectadores, el manacorí gestionó a la perfección su ventaja y se agenció su servicio jugando muy metido en la pista y provocando el error de su rival, logrando un break a posteriori que cerraría el set. El 6-3 inicial otorgaba una ventaja moral al español que acabaría siendo una losa imposible de derribar para el joven francés.

Quentin Halys comenzaba el segundo parcial sin nada que perder y pegándole con fiereza a la pelota desde el fondo de la pista, ofreciendo al público de la Chatrier un juego desenfadado, plagado de winners aunque también de errores no forzados. El francés subía a la red, contraatacaba y buscaba incluso golpeos variados como las dejadas, logrando alguna que otra de un mérito tremendo. Sin embargo, el titán que se movía al otro lado de la pista poseía una silueta demasiado alargada para la corta trayectoria del francés. Nadal seguía gestionando su ventaja, golpeando con muchísima seguridad con su drive paralelo y sin dejar que el francés le tosiese en el marcador. De esta forma llegaba el segundo 6-3 para un Nadal que prácticamente sentenciaba el encuentro.

El primer paso de una larga carrera

El tercer parcial siguió la misma tónica de los dos anteriores. El tenis de Rafael Nadal se mostraba extraordinariamente consistente, muy relajado y distendido y su golpeo recuperaba el peso necesario para ser un candidato a alcanzar las últimas rondas del torneo. Quentin Halys, por su parte, no perdió la cara al partido, pese a saberse derrotado, hasta el último intercambio del mismo. El joven francés no dejó de pegarle a la pelota con todo su arsenal en ningún momento, algo que le permitió sumar golpes de extraordinaria calidad. Finalmente, el español lograría un 6-4 con una única rotura que le permitía avanzar a segunda ronda, donde se verá las caras con un rival ya muy conocido como el murciano Nicolás Almagro, que logró imponerse al ucraniano Alexandr Dolgopolov en un partido apretado.

El encuentro entre Rafael Nadal y Quentin Halys ofrece una doble carta de presentación. En primer lugar, la de un Halys que se presenta al mundo tenístico como un joven jugador a tener en cuenta, con fundamentos para ascender en el ránking y convertirse, de continuar con su progresión, en un futuro ídolo para la Chatrier que este mediodía lo vitoreó por primera vez. En segundo lugar, la de un Rafael Nadal que disipa dudas respecto a su estado de forma, a la espera de medirse a un tenista de mayor entidad. Los próximos días arrojarán luz a este respecto.

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Sobre el autor
Adrián Viéitez
Periodista vigués. Colaboré con la edición española de VAVEL.com entre abril de 2013 y enero de 2016, cubriendo la información del Celta de Vigo. Además, colaboré asiduamente con as secciones de Tenis, Premier League y Cine.