Tal día como hoy hace un año, Pablo Cuevas abandonaba el complejo de Roland Garros cabizbajo y abatido, tras batirse en un trepidante duelo contra Fernando Verdasco y acabar perdiendo el partido, al ver cómo el madrileño le remontaba una ventaja de dos sets a cero. No parecía dispuesto a repetir la experiencia el uruguayo, que jugó con mucho carácter todo el encuentro, y supo terminar con la paciencia de un inspirado Thiem.
Cuevas más acertado en momentos cumbre
Ambos tienen magistrales reveses a dos manos, y ambos son guerrilleros de fondo de pista. Por esos cauces transcurrió el encuentro desde el primer punto; peloteos largos, numerosas dejadas para romper el ritmo y gran intensidad de piernas. Cuevas incorporó a su repertorio un gran nivel de saque, conectando hasta un total de 12 aces, y salvando con ellos situaciones muy tensas.
El austriaco llevó las riendas del partido, con 61 golpes ganadores y 53 errores no forzados
Tuvo Thiem oportunidades para ganar todos los sets. Especialmente dolorosa fue la pérdida del primero, tras gozar de varias bolas para hacerse con el mismo. Y es que ir a remolque no es fácil y más ante un jugador como Cuevas. Parecía que, tras un desenlace similar del segundo parcial, el austriaco se hundiría pero no fue así. Thiem demostró una gran capacidad de sufrimiento, y se aferró a la pista. Logró ganar el tercer parcial en otro tiebreak, pero no pudo culminar una remontada de la que se veían atisbos. Cuevas tuvo suficiente el año pasado, y sacó su mejor tenis y su enorme coraje para certificar su pase a octavos de final con un 7-5 en la cuarta manga.
Johnson no es un inofensivo bebé
Su apellida inspira ternura, pero su tenis es fiero y aguerrido. El estadounidense no da el perfil de jugador de dicho país, ostentando una gran variedad de golpes y sintiéndose cómodo sobre la tierra batida. Situado en el puesto 55 del ránking, el bueno de Steve ya dio señales halagüeñas en Madrid, donde no se lo puso fácil a un tal Rafael Nadal.
La experiencia de Stakohvsky no fue suficiente para desbordar a un jugador muy versátil y con una buena mentalidad. Así lo demostró al ser capaz de recuperarse de la pérdida del primer set, y acabar imponiendo su tenis en dos tiebreaks consecutivos. El partido cayó de su lado por mínimos detalles, pero resulta un dato muy positivo para él, haber sido capaz de vencer de esta manera a un perro viejo como el ucraniano, ya curtido en mil batallas de este estilo.
Wawrinka será el rival en tercera ronda
Johnson buscará el pase a octavos de final ante Stan Wawrinka, en lo que constituye una buena oportunidad para el estadounidense. Y es que el de Lausana está mostrando muchas dudas en su juego, que pueden transformarse en serios apuros si Johnson mantiene el nivel que viene mostrando en las últimas citas.