Resulta emocionante percibir cómo aún hay jugadoras especializadas en determinadas superficies; en un tenis que ha experimentado un proceso de "democratización y globalización", en cuanto a la reducciín de especialistas debido a unas diferencias entre superficies más sensibles que hace décadas, Coco Vandeweghe es un buen ejemplo de cómo sacar partido a su imponente saque y juego a media pista aprovechando la superficie sobre la que se juega. Derrotó a Tatjana María con autoridad (7-5 y 6-4), y se postula como una jugadora muy peligrosa en Wimbledon.
Pero igual de emocionante es ver a una joven jugadora italiana, salirse de los estándares del tenis de este país, y jugar un tenis agresivo que le reporta victorias sobre el pasto. Ella es Camila Giorgi, que logró un sufrido y meritorio triunfo frente a la local Krajicek. Auspiciada por la grada, la holandesa se hizo con el primer parcial pero acabó sucumbiendo a los envites de una Giorgi muy valiente e incisiva. El resultado fue de 7-6 (2) 6-2 6-4. Su rival en cuartos de final será Shvedova, quien batió a Erakovic por 6-4 6-4.
Además, la australiana Mladenovic, especialista en dobles pero que ha protagonizado alguna actuación destacable como en Marrakech, donde eliminó a Garbiñe Muguruza, supo adaptarse bien a la hierba holandesa y se impuso 6-7 (4) 6-3 y 6-4 a la joven nipona Kurumi Nara, que con 23 años ya es 57 del ránking WTA y ostenta un futuro prometedor.