La principal virtud del guerrero es su capacidad para superar las adversidades y plantar batalla en cualquier situación. El mundo del tenis también cuenta con este tipo de jugadores que se dejan el alma en cada partido, en cada punto. Dos de ellos, Rafa Nadal y Gael Monfils, se veían las caras en las semifinales del torneo de Stuttgart, uno de los primeros eventos sobre hierba de la temporada. Ambos prometían un buen espectáculo sobre la hierba germana, y el encuentro no defraudó al público reunido en la ciudad alemana, pues tanto el francés como el español ofrecieron buenas sensaciones sobre la pista.

Los dos jugadores, conscientes de la importancia del servicio en este deporte y más aún en la hierba, solventaron sus dificultades los primeros juegos, si bien ambos tuvieron problemas que provocaron que surgiera en ambos su capacidad de sufrimiento y de resistir los golpes del rival. Y si el tenis es un deporte de momentos y detalles, en jugadores de tan alto nivel un ‘break’ a favor puede desnivelar la balanza del partido. En el primer set se produjo concretamente en el sexto juego, cuando una doble falta del tenista francés permitió al mallorquín colocarse dos juegos arriba y con servicio a su favor, lo que provocó que Rafa Nadal se llevara el primer set por 6-3.

La inteligencia también juega un papel vital en el tenis, y ambos jugadores demuestran que poseen esa cualidad imprescindible para triunfar en el deporte de la raqueta. En un guión muy similar al de la primera manga, el galo y el balear repitieron aciertos y errores y, con algunas dificultades importantes, lograban ir salvando sus saques y añadiendo presión al rival. Pero de nuevo apareció ese giro del destino transformado en ‘break’, que cayó de nuevo del lado del español. En esta ocasión, este juego que a la postre sería definitivo sucedió en el llamado ‘momento importante’ del set, en el noveno juego y con 4-4 en el marcador. Otra vez un clamoroso error de Monfils, esta vez con una volea a la red, le valió al español para terminar de cerrar el partido posteriormente con el definitivo 6-4.

Rafa Nadal continúa en línea ascendente su proceso de adaptación a la hierba, que tiene objetivo llegar en plenas condiciones a Wimbledon. El español volvió a estar muy rápido de piernas y muy práctico en su juego, sabedor de la irregularidad de su rival y haciendo jugar al oponente. En cambio, Gael Monfils se mostró muy errático, especialmente en los momentos importantes de cada manga, situación que ante un rival como el balear supone perder el partido. El francés estaba cuajando un buen torneo pero se encontró una vez más con la fortaleza física y mental de Nadal, que continúa aumentando sus buenas sensaciones sobre el verde. Rafa Nadal disputa así su primera final sobre hierba esta temporada, donde se enfrentará al vencedor del duelo entre el croata Marin Cilic y el serbio Viktor Troicki.