Nunca es fácil para un deportista volver al lugar donde comenzó una racha negativa de juego y resultados. Menos aún si este periodo de crisis comienza a prolongarse en el tiempo y afecta a una de tus principales características, probablemente aquella que le ha llevado a la cima del deporte mundial. Rafa Nadal retorna a Wimbledon un año después de haber caído en cuarta ronda del torneo y de comenzar a sufrir los problemas físicos que le impidieron competir durante la segunda mitad de la temporada.
El tenista balear llegaba a la capital inglesa tras conseguir su noveno Roland Garros, pero el cansancio y las molestias físicas de la temporada de tierra batida comenzaron a hacer mella en su físico, lo que unido al talento y el ímpetu del joven Nick Kyrgios provocaron su despedida prematura del tercer Grand Slam de la temporada. Nadal comenzó a sufrir diversas lesiones tras abandonar la hierba londinense. Tras lesionarse la muñeca en un entrenamiento, el mallorquín se perdió los Masters 1000 de Toronto y Cincinnati, además de no poder disputar el US Open. Después llegó la operación de apendicitis y otros problemas físicos que le impidieron estar presente en los principales torneos de la segunda mitad de 2014.
En 2015, Rafa Nadal llega a la hierba de Wimbledon inmerso en una serie de resultados y sensaciones irregulares, derivadas de no estar en perfectas condiciones físicas y de no encontrar aún su mejor versión tenística tras un largo periodo de inactividad. Pero si por algo se caracteriza el jugador nacido en Manacor es por su coraje y su entrega sobre la pista, por lo que pese a no estar en el mejor momento física y deportivamente, figura entre los máximos favoritos para conseguir el título en el All England Lawn and Tennis Club.
Luces y sombras
Esta condición de favorito de Rafa Nadal no se otorga exclusivamente por ser uno de los mejores tenistas de la historia, sino porque el manacorí ya sabe lo que es morder el trofeo de campeón en Londres, dejando además su nombre en el palmarés del torneo por partida doble. Sin embargo, el español tuvo que esperar hasta su tercera final en la hierba de Wimbledon para levantar por primera vez el título. En 2006, Nadal no pudo hacer nada ante el incontenible Roger Federer, el auténtico rey de este torneo. Al año siguiente, ambos jugadores volvieron a protagonizar la final, dejando un partido espectacular y emocionante a partes iguales que acabó cayendo del lado del tenista suizo, que privó a Nadal por segundo año consecutivo de proclamarse campeón.
Pero a la tercera llegó la vencida. De nuevo los mismos protagonistas se dieron cita en la abarrotada pista central para volver a pelear por el trofeo de campeón del torneo. En esta ocasión, la victoria fue para Rafa Nadal, pero ambos jugadores protagonizaron un partido memorable, imborrable para los amantes del deporte. Tanto es así que hasta la revista Sports Illustrated catalogó el encuentro como el mejor de la historia del tenis. El balear hacía historia consiguiendo así su primer título en Wimbledon. Dos años después, el manacorí repitió triunfo, esta vez tras derrotar a Tomas Berdych, que no pudo hacer nada para impedir el triunfo del español.
En el periodo comprendido entre 2006 y 2011 se concentra la mejor versión de Rafa Nadal en Wimbledon. Además de las finales y los títulos mencionados, el jugador nacido en Mallorca llegó a la última ronda del torneo en 2011, pero en esta ocasión sucumbió ante Novak Djokovic. El resto de participaciones del balear en la hierba londinense se resumen en una cuarta ronda (2014), una tercera ronda (2003), dos segundas rondas (2005 y 2012) y una primera ronda (2013).
Pese a estos dos triunfos y las tres finales perdidos, la hierba es la superficie que peor se le ha dado a Rafa Nadal desde el comienzo de su trayectoria deportiva. De hecho, sólo ha sumado dos títulos además de los logrados en Wimbledon: Queen’s (2008) y Stuttgart (2015). El estilo de juego del tenista español no se adapta a la perfección a las características específicas de la hierba, pero el mejor tenista español de la historia ha demostrado que, si se encuentra en óptimas condiciones, puede optar a ganar cualquier torneo del calendario.
El peso de la inactividad
El 2015 de Rafa Nadal está siendo difícil, pues el español no termina ni de estar bien físicamente ni lograr buenos resultados sobre la pista. Nadal comenzó la temporada perdiendo en primera ronda del Qatar Open ante el alemán Michael Berrer. A continuación llegó el primer Grand Slam del año, el Open de Australia, donde cayó eliminado en cuartos de final ante el checo Tomas Berdych. Tras el torneo oceánico comenzó la temporada de tierra batida, la superficie favorita del mallorquín. En Río de Janeiro, Rafa Nadal perdió en semifinales ante el italiano Fabio Fognini, mientras que en Buenos Aires llegó el primer título del año tras imponerse a Juan Mónaco.
Rafa Nadal sólo ha logrado dos títulos esta temporada
En Indian Wells, Nadal llegó hasta cuartos de final, donde cayó ante el canadiense Milos Raonic. Tampoco realizó un buen torneo en Miami, cayendo en tercera ronda ante su compatriota Fernando Verdasco. El primer Masters 1000 de la temporada sobre el polvo de ladrillo, disputado en Mónaco, vio cómo Rafa Nadal alcanzó las semifinales, donde terminó cediendo ante la superioridad de Novak Djokovic. Barcelona y Madrid tampoco pudieron ver ganar al ídolo de la afición española, que cedió ante Fognini en la tercera ronda del Conde de Godó y en la final del Mutua Madrid Open ante el escocés Andy Murray. Los cuartos de final fueron el techo del jugador mallorquín en el Masters 1000 de Roma y en Roland Garros, donde perdió ante Djokovic cuando intentaba sumar su décimo título en París. Los dos últimos torneos que ha disputado Rafa Nadal han sido sobre hierba, con resultados muy dispares entre uno y otro. En Stuttgart, el español logró su segundo título de la temporada tras derrotar a Viktor Troicki, mientras que en Queen’s cayó en primera ronda ante Dolgopolov.
La primera parte de la temporada de Rafa Nadal se resume estadísticamente en dos títulos conseguidos (Buenos Aires y Stuttgart) y una final (Madrid), mientras que en buena parte de los torneos, al menos en los más importantes del calendario, ha llegado hasta los cuartos de final.
Encontrar su tenis
Rafa Nadal llega a Wimbledon en el puesto número 10 del ránking ATP, su peor posición desde abril de 2005. El balear tendrá que superar un camino muy complicado si quiere conseguir su tercer título sobre la hierba londinense, pero no tendrá ninguna presión por lograr resultados. Con toda la segunda mitad de la temporada para sumar puntos y escalar posiciones en el ránking ATP, el manacorí intentará despejar las dudas ofrecidas en este inicio de año y recuperar sensaciones y, sobre todo, su mejor versión.
A sus 29 años, Rafa Nadal sabe lo que es ganar los cuatro Grand Slam y la gran mayoría de torneos del circuito, por lo que tiene la tranquilidad para afrontar el torneo de Wimbledon siendo consciente de que la prioridad en este momento de su trayectoria deportiva es recuperar las sensaciones que lo encumbraron como el mejor deportista español de la historia, y que es el único camino para volver a morder trofeos.