Tenis de alto nivel, golpes planos, triunfo contra la red y un gran saque. Éstas han sido las claves de Andrea Petkovic para arrollar a Duque-Marino durante una hora y ocho minutos. Un triunfo cómodo de la alemana por 3-6 y 1-6.

Un inicio bueno, suficiente

El comienzo no podía ser mejor para la jugadora colombiana que se veía con una gtan opción de romper el servicio de la alemana y coger ventaja desde el primer instante. Una oportunidad que no desperdició, sin embargo, no tardaría en perder dicha ventaja debido a que su primer saque también sería favorable a la restadora.

Más problemas acabaría teniendo la cafetera con su servicio, que no lograba acoplarlo a las condiciones que demandaba la hierba londinense. En esta ocasión logró salvar un break point, no obstante, en la segunda no correría la misma suerte y cedería un juego de gran importancia.

Nula opción di0 la nacida en Bosnia a Duque-Marino de poder igualar la contienda. La mayor seguridad en el servicio permitió que sus saques fueran rápidos e inalcanzables para su rival permitiendo mantener la ventaja que le daría el set.

Barrido emocional

El segundo set terminaría siendo un martillazo de la tenista nacida en Tuzla ante la colombiana donde ni los cafés de su tierra podrían ayudar a despertarla de la pesadilla que le hizo pasar la alemana.

La alemana quebró los dos primeros servicios de la tenista latina en los primeros compases de segunda manga poniendo un claro 0-3 en el luminoso. Una ventaja que iría aumentando paulatinamente con el transcurso del set gracias a la variedad de golpes y a la fuerza en la derecha que imprimía la jugadora alemana, que provocaba la demora de Duque-Marino a la recuperación de su posición para devolver la pelota. 

Así, el partido daría para un quiebre más de Petkovic que serviría para cerrar el encuentro. Un partido sin historia que permitiría a la tenista de Tuzla conseguir la confianza perdida en las últimas fechas.