La presencia de Garbiñe Muguruza en las rondas finales de los Grand Slams comienza a "malacostumbrar" al público español, huérfano de una heroína local desde hace ya demasiados años. Cada torneo que pasa, la jugadora española incrementa su madurez tenística, sin prisa pero sin pausa, preparando el asalto final al top 10. 

Tras su contundente victoria en octavos ante Caroline Wozniacki, "Le planto cara a las jugadoras top. Sé que el nivel lo tengo"número cinco del ranking WTA, Garbiñe hizo gala de una envidiable confianza en sí misma: "Sé que tengo la oportunidad en la mano. Le planto cara a la jugadoras top, así que sé que el nivel lo tengo, pero me falta dar ese paso. Si yo quiero realmente, habrá un hueco para mi entre las mejores".

El juego de Muguruza parece adaptarse perfectamente al pasto londinense, como ella misma ha reconocido: "Mi juego se adapta bien a la superficie, y estoy contenta de haberme dado cuenta de eso. Cuando empecé la gira de hierba, solo pensé en querer sentirme poderosa en la pista. Quería entrenar eso, no querer jugar contra la pista. Desde que empecé aquí, siempre he pensado igual. Ahora me siento más cómoda y voy ganando más partidos".

"Es una victoria muy importante para mi, porque no he jugado tantos partidos sobre hierba", añadió Garbiñe, que logró su tercera victoria en cuatro partidos sobre la danesa.

Su rival en los cuartos de final será la suiza Timea Bacsinszky, que se dehizo de la rumana Nicolescu en más de dos horas de partido (1-6, 7-5 y 6-2). "Nos enfrentamos en Australia, en un partido que fue durísimo. Ella está jugando muy bien, yo intentaré hacer el tenis que hice hoy. Estoy convencida de que será un encuentro complicado", declaró Muguruza.

El partido al que se refería Garbiñe es el único precedente entre ambas. Fue en la tercera ronda del major australiano, en el que Garbiñe ganó en tres sets. Con esta meritoria victoria, Garbiñe Muguruza se convierte en la cuarta española de la historia en alcanzar los cuartos de final de Wimbledon, tras Lili Álvarez, Conchita Martínez y Arantxa Sánchez-Vicario. El cuadro permite soñar, cuanto menos, con una final que sería histórica. El primer paso hacia la gloria hay que darlo este martes.