El vocabulario español suele contener varias acepciones de una misma palabra. Por ejemplo, el vocablo "gigante" se utiliza para describir un objeto o persona de un gran tamaño, pero también puede usarse para describir la magnitud un hecho o de una persona en una situación concreta. En los cuartos de final de Wimbledon se enfrentaban dos ‘gigantes’ de la raqueta, si bien cada uno de ellos se adapta mejor a uno de estos significados.
Por un lado se encontraba Novak Djokovic, número uno del mundo y un gigante del tenis por todos los logros conseguidos y los que aún tiene por conseguir. Al otro lado de la red se situaba Marin Cilic, un gigante en lo que se refiere a la altura, y que aspira llegar a tener la igualdad de rendimiento que el balcánico. Y en este tipo de duelos, normalmente quien sale vencedor es el que mejor juego despliega sobre la pista, y en esta ocasión volvió a ser el tenista serbio.
Djokovic llegaba al encuentro con muchas dudas tras la sufrida victoria ante el sudafricano Kevin Anderson, pero aquí apareció la característica inherente a los campeones: su fortaleza mental. El serbio fue capaz de solventar su compromiso de la antepenúltima ronda del torneo londinense en apenas hora y media de juego, mostrándose muy sólido desde el fondo de la pista e implacable en cuanto su rival cometía el más mínimo error.
El jugador serbio empleó perfectamente sus armas en la primera manga para colocarse con ventaja en el marcador, pues tuvo más del 70% con ambos servicios y minimizó los errores no forzados, haciendo casi imposible la tarea de Cilic. Además, ‘Nole’ aprovechó la única bola de ‘break’ de la que dispuso para conseguir una ventaja insalvable, lo que l permitió cerrar este primer set por un marcador de 6-4.
El segundo parcial varió ligeramente y ambos tenistas tuvieron mayores problemas con el saque. El serbio se colocó en torno al 65% tanto con el primer como con el segundo servicio, pero el croata estuvo especialmente errático con el segundo servicio, y en esa situación, el número uno del mundo no suele perdonar. Dos oportunidades de romper el saque de su contrincante y una de ellas aprovechada para volver a situarse por delante en el marcador y cerrar el segundo set también por 6-4.
La tercera manga siguió curiosamente un guión similar a las dos anteriores. Ni Marin Cilic se descentró tras verse dos sets abajo en el marcador ni el serbio fue capaz de conseguir una victoria más abultada. Djokovic volvió a dar una vuelta de tuerca a su juego y superó a su rival en saques directos y, especialmente, en el porcentaje con ambos servicios. Por si fuera poco, logró más golpes ganadores y minimizó los errores no forzados, cometiendo únicamente tres. Esto le permitió disfrutar de oportunidades de romper el servicio, situación que el serbio aprovechó en una ocasión para terminar resolviendo el partido por 6-4.
Despejando las dudas y mostrando una vez más que es el mejor tenista del circuito en estos momentos, Novak Djokovic llega a las semifinales de Wimbledon, donde se enfrentará al francés Richard Gasquet.