Uno de los grandes encantos del deporte radica en lo inesperados que pueden llegar a ser algunos resultados. Las sorpresas generan expectación y admiración hacia el "David" que ha vencido al "Goliat", pero hay ocasiones en que dicha sorpresa suscita más tristeza, desamparo, impotencia e indignación hacia el contendiente que partía como favorito.

Así ocurre en el caso de la eliminatoria entre Rusia y España. Si ya resulta preocupante y fuera de lugar ver cómo el combinado nacional se bate el cobre fuera del Grupo Mundial, lo que ha acaecido este domingo en Vladivostock supera las peores expectativas.

El esfuerzo de los jugadores españoles no se materializó en el marcador

El sonrojo con el que salían de pista los protagonistas no se debe más que a la clara percepción de que no se ha cumplido con una obligación. El viernes todo era del color de rosas; Robredo daba una lección de madurez a un volátil Rublev al que se le vio muy verde, mientras que Andújar hacía gala de una gran seguridad y confianza en sí mismo desbordando a Kachanov.

El traspiés sufrido en el dobles se podía encajar casi con sorna, al ver cómo a pesar de jugar con dos de los mejores doblistas del mundo, resulta imposible sumar este punto en cualquier eliminatoria e independientemente del rival al que se enfrente el equipo español. Pero lo que nadie esperaba era la debacle acaecida este domingo.

Desconocidos Robredo y Andújar

Con un público que retomó la ilusión tras hacerse Rusia con el encuentro de dobles, la entrada de Eugeny Donskoy dio aire fresco al combinado soviético. 178 del mundo y 25 años; son las características del jugador que dio la gran campanada.

Robredo fue una marioneta en manos de DonskoyLa firmeza, solidez y experiencia de Robredo se diluyeron cual azucarillo en café. El gerundense estuvo inseguro y errático en todo momento, sin respuesta a un rival netamente inferior a él. Resulta chocante que un jugador que suele dar garantías de éxito en grandes citas haya flojeado tan manifiestamente. Si bien es cierto que el año 2015 de Robredo está siendo realmente malo, nadie podía esperar el derrumbamiento presenciado en Vladivostock.

Donskoy se fue creciendo al ver que lo único que se podía relacionar con Tommy era su apariencia física. Pudo jugar cómodo Donskoy y aprovechó los incomprensibles nervios del jugador español, que pareció novel por momentos. 6-3 5-7 6-2 7-6 (3) fue el resultado final de un partido que ya vaticinaba el drama que acabaría por llegar.

Nueva decepción de Andújar en Copa Davis tras la sufrida en Brasil

Y es que Pablo Andújar no parece un jugador hecho a la Copa Davis. El conquense está jugando a gran nivel durante 2015 pero no ha sabido plasmarlo en la competición por equipos. En su primera aparición en Copa Davis producida en la eliminatoria por la permanencia ante Brasil, Andújar llegó a dominar dos sets a cero y break arriba frente a Bellucci, pero se desmoronó.

Arrastró esa decepción durante meses, y lo que ha ocurrido ante Rublev puede pasarle factura en los torneos venideros. Con el público ya crecido, el joven Rublev abandonó toda timidez y se creció. La juventud da ese toque de temeridad y osadía tan necesario en situaciones límite, y eso es algo de lo que Andújar ha carecido por completo.

Salió tembloroso y timorato el español, que se encontró con un Rublev golpeando inmisericordemente a la bola y sin ningún miedo a fallar. El semblante adusto de Andújar denotaba inseguridad en sí mismo y eso se materializó en una derrota sonrojante en tres sets corridos, por 6-4 7-6 (4) 6-3, a pesar de haber tenido bolas de set en el segundo parcial.

Futuro poco halagüeño

Poco más que decir. Pongan ustedes mismos los adjetivos que consideren oportunos para describir una derrota sin parangón. España no solo no estará en el Grupo Mundial en 2016, sino que tendrá que verse las caras entre el 18 y 20 de septiembre con Dinamarca. El vencedor se asegurará la permanencia en el Grupo I, mientras que el perdedor tendrá que jugar otra eliminatoria que si acabara en derrota, le mandaría al Grupo II.

Resulta desgarrador ver cómo el tenis español vaga por estas categorías y cómo jugadores de gran nivel no son capaces de vencer al 178 o 195 del mundo; pero así es. Solo queda aceptar la realidad y seguir trabajando. Vladivostock queda marcado como un punto negro para el tenis español.