Además de las cuatro eliminatorias del Grupo Mundial y de la hecatombe del equipo español en Rusia, muchas han sido las eliminatorias disputadas durante el pasado fin de semana, con partidos épicos, sorpresas, decepciones y mucha pasión.
Así es la Copa Davis en todos sus niveles, desde la morbosa eliminatoria entre Gran Bretaña y Francia hasta duelos como el de China Taipei y Filipinas. Una competición diferente, y es por ello por lo que abundan los apasionados y los detractores a partes iguales.
Numerosos países han buscado con ahínco seguir mejorando y subiendo posiciones, y es que la Copa Davis es un gran escaparate para jóvenes promesas, y una manera de que se fogueen y disputen partidos de gran tensión y a cinco sets. Ésto es lo que ha dado de sí la trastienda de la competición por combinados nacionales.
Grupo I
Austria - Holanda (2-3): Decepcionante eliminatoria para el equipo local, que vio cómo su mejor jugador y gran baza de futuro, Dominique Thiem, perdía frente a Thiemmo de Bakker en el primer encuentro, y frente a Haase en el segundo. Thiem ha demostrado que se requiere de gran madurez para soportar la presión en esta competición y él no ha estado preparado. La eliminatoria se solventó en el cuarto partido, siendo el quinto un mero trámite en el que Olivier Marach se impuso a Jesse Huta Galung.
Rumanía - Eslovaquia (2-3): Comenzó de manera prometedora la eliminatoria para los locales, con victoria para el joven Copil en cuatro igualados sets frente a Gombos. Pero llegó Martin Klizan y dio un golpe sobre la mesa. Sus dos victorias en el individuales frente a Ungur y Copil, se vieron acompañadas por el triunfo en el dobles de Martin y Zelenay, y supusieron la clasificación de los eslovacos.
Polonia - Ucrania (3-1): Se puede calificar este resultado como de sorpresa, y más teniendo en cuenta la victoria inicial de Dolgopolov frente a Janowicz. Sin embargo, surgió un héroe inesperado en los polacos, como fue Przysiezny, que fue capaz de vencer a Stakhovsky. El dobles formado por Kubot y Matkowski cumplió con los pronósticos, y Janowicz se redimió de su derrota inicial dando el punto definitivo a su país, con su triunfo sobre un desdibujado Stakhovsky.
Uzbekistán - Corea del sur (3-2): Denis Istomin condujo a los suyos a la gloria, teniendo un papel clave en los tres puntos ganados por los uzbekos. El joven Chung dio una lección de madurez al ganar el primer encuentro a Dustov, pero Istomin se impuso fácilmente a Hong y jugó el dobles junto al propio Dustov, para tomar ventaja. Definiría el espigado y rubio jugador uzbeko en el cuarto punto, aprovechando la retirada del joven coreano Chung.
Nueva Zelanda - India (2-3): El equipo visitante estuvo al borde del alambre pero supo reponerse de dos inesperadas derrotas. Venus dio la campanada al ganar a Devvarman en la primera jornada, aunque aún más sorprendente fue la victoria neozelandesa en el dobles, frente a Myeni y Boppana. Sin embargo, Devvarman y Bhambri sacaron toda su experiencia y coraje para voltear la eliminatoria, sin ceder ni un set cada uno de ellos.
República Dominicana - Ecuador (3-2): Víctor Estrella Burgos cumplió con el papel de héroe que se le atribuía ya antes de iniciar la eliminatoria. Siendo el jugador de mejor ránking de la misma, el dominicano venció, no sin dificultades, a Lendara en el primer encuentro, y lideró en el dobles junto a Hernández-Fernández. Con 2-1 en la eliminatoria, Estrella Burgos derrotó a Gonzalo Escobar y certificó la victoria dominicana.
Grupo II
Turquía - Bielorrusia (2-3): No fue suficiente el buen papel de Marshel Ilhan para dar la victoria a su país. El joven Ilkel estuvo muy nervioso y no supo secundar a su líder. La presencia de Max Mirnyi en el dobles fue vital para decantar la eliminatoria del lado bielorruso, aunque el héroe de la eliminatoria fue Gerasimov, joven de 23 años y 327 del ránking, que derrotó en un quinto partido de infarto a Ilkel, soportando el ambiente hostil de una grada muy ruidosa.
Portugal - Finlandia (4-1): No pudo despedirse Nieminen de la Copa Davis como a él le hubiera gustado. El veterano jugador finés dio el único punto a su país, al ganar a Rui Machado en la primera jornada, pero Joao Sousa estuvo inconmensurable. Su victoria frente a Sillanpaa y su contribución en el dobles junto a Gastao Elías, se vieron culminadas por el triunfo cosechado ante el propio Nieminen, que certificó la victoria lusa.
Hungría - Bosnia (3-2): Eliminatoria muy igualada que se fue al quinto partido. Fucsovic impuso su talento y superioridad en los dos partidos individuales que ganó, pero fue Peter Nagy quien otorgó el quinto punto a Hungría, a pesar del buen hacer de Mirza Basic, 192 del mundo.
Luxemburgo - Bulgaria (0-5): La superioridad del equipo búlgaro fue manifiesta de principio a fin. Kuzmanov encarriló una eliminatoria en la que Dimitrov puso la guinda, con una cómoda victoria en el individuales y su aportación en el dobles junto a Kutrovsky.
China Taipei - Filipinas (3-1): Los filipinos poco pudieron hacer ante la superioridad del equipo local; resulta admirable el coraje de los isleños, que les permitió arrancar el punto del dobles, pero la presencia de Lu fue determinante para decantar la eliminatoria en favor de China Taipei.
Indonesia - Pakistán (1-3): Sorpresa mayúscula con la victoria de los visitantes, que llevaron jugadores que ni siquiera ostentan clasificación ATP. Khan e Iftikhar pusieron en ventaja a los visitantes, pero fue Akbar el que definió la eliminatoria, ante el estupor del público indonesio que vio cómo su mejor jugador, Rungkat, solo disputaba el punto del dobles.
Venezuela - El Salvador (3-2): Tuvo que irse al quinto punto esta eliminatoria con un público muy bullicioso; acabó de la peor manera posible: con una retirada del jugador salvadoreño Marcelo Arévalo, en el quinto partido, lo cual no empaña el buen papel de El Salvador, ante un rival que parecía muy superior a priori.
Chile - México (5-0): Nicolás Massú continúa cosechando éxitos al frente del equipo chileno de Copa Davis, y adoctrinando a jóvenes talentosos como Sáez, Garín o Jarry. Fueron los dos primeros los héroes de la eliminatoria, al ganar sus respectivos partidos de individuales. El joven Jarry y Podlipnik-Castillo, formaron una buena dupla en el dobles, que certificó la clasificación chilena. El único partido en que hubo dificultades fue el primero, en el que Sáez tuvo que disputar cinco sets frente a Gómez, para ganar.
Unos continúan con la vista puesta en divisiones superiores mientras que otros tendrán que rearmarse e intentar mantener la categoría. El próximo envite de Copa Davis se producirá entre el 18 y 20 de septiembre.