En el momento menos esperado desapareció, y en el menos esperado vuelve a aparecer. Benoit Paire es el Guadiana del circuito; su fragilidad mental lastran el enorme potencial que ostenta su tenis, y le hicieron descender abruptamente en el ránking tras una irrupción meteórica. En este 2015 su progresión ha sido importante en torneos Challenger, recuperando la confianza necesaria para volver a rendir a buen nivel en eventos ATP.
Tras vagar por las pistas de hierba, de las que se muestra un férreo opositos, Paire ha encontrado en la tierra batida la catapulta para volver a sentirse importante. Habiendo disputado 52 partidos antes de llegar a Bastad, el francés tenía un 50% de victorias y derrotas. El evento sueco puede ser un punto de inflexión en su temporada y en su carrera.
Cuevas, muy frustrado todo el partido
El mundo al revés. Si por algo se caracteriza el uruguayo es por su estabilidad mental y solidez tenística. Sin embargo, desde los primeros compases del encuentro se vio a un Cuevas muy endeble, dubitativo al servicio y protestón con el árbitro. Fue precisamente una decisión arbitral mal asumida, lo que acabó por condenar al uruguayo. Corría el décimo juego del set, con 5-4 para el galo, y Cuevas hizo un juego realmente nefasto, con fallos infantiles y protestas incomprensibles.
Funcionó el drive de Paire, lo que le convierte en un jugador letal
El francés aprovechó el regalo y se situó un set arriba. Con la confianza que da el marchar por delante en el marcador, Paire sacó todo su potencial, variando muy bien con dejadas y sintiéndose seguro incluso con su drive, golpe con el que habitualmente hace aguas.
Tomó ventaja pronto, pero recuperaría Cuevas. Sin embargo, se vio que el uruguayo no estaba preparado para competir cuando en el octavo juego, de nuevo cometió errores no forzados y se precipitó mucho. Paire supo cerrar el partido a la perfección, y certificar su pase a la tercera final ATP de su carrera, tras las que perdió en Belgrado (2012) y Montpellier (2013).
La semana del francés está siendo estelar, habiendo eliminado al primer y al tercer cabeza de serie, como son Goffin y Cuevas, respectivamente. En la final le espera ya el segundo máximo favorito, Tommy Robredo, que intentará evitar que se cumple el famoso refrán que dice que a la tercera va la vencida.