En paños menores, así es como ha posado Rafa Nadal en su último anuncio para Tommy Hilfilger. Eso y una aparición con Federer, Sampras, Agassi, McEnroe, Sharapova, Serena y demás estrellas en el centro de New York son las novedades que he tenido de Nadal tras volver de vacaciones del país en el que Rafa llegó a conquistar 9 Roland Garros. Y cuando digo que son lo único, es porque en el tema deportivo, más de lo mismo, otra derrota inesperada y ya es la segunda consecutiva frente a Feliciano López.

Nada ha cambiado en el mundo de Nadal porque cuando me fui de vacaciones tenía la esperanza de volver y  ver las fotos de Rafa mordiendo ese trofeo de estilo asiático que le dan al ganador de Cincinnati y que parece más bien un simple jarrón. Disculpadme ya que la esperanza es lo último que se pierde. Desde un punto de vista más objetivo, lo que sí que esperaba era que al menos Nadal llegase a cuartos y le plantase cara a Federer.

Nada ha cambiado en el mundo de Nadal porque las dudas siguen rondando la cabeza del manacorí. Nada ha cambiado porque aunque parezca increíble, Rafa llega al US Open con un balance de 3 victorias y 2 derrotas en la gira americana de pista dura.

Los medios deportivos hablaban de la vuelta del mejor Nadal, de un Rafa suelto por toda la pista en Montreal y en cuanto llegó Nishikori, el nipón les puso en su sitio a todos aquellos que hablaban de que la mejor versión de Nadal había regresado definitivamente. Sin embargo, la derrota ante Nishikori y la de Feliciano significaron dos cosas. La primera, que Nadal no tiene aún la confianza necesaria para jugar de tú a tú contra los jugadores del top 8 y la segunda, que los rivales que antes le temían, ahora salen a la pista creyendo que pueden ganarle, como fue el caso de Feliciano López.

No me voy a destapar ahora, pero a pesar de que me considero un aficionado incondicional del ganador de  14 Grand Slams y que de algún modo me ilusiona verle en portadas de periódicos y, por supuesto, que los medios hablen bien de él no me gustó la exageración que algunos medios hicieron sobre el nivel tenístico de Nadal en Montreal. Por suerte, Rafa es un jugador con mucha personalidad y nunca se ha guiado por las opiniones de los demás, más allá de la de su tío Toni y la de su cuerpo técnico. Esto me recuerda de alguna manera a cuando algunos periodistas deportivos no admitían que Iker Casillas no estaba a su mejor nivel e insistían en seguir diciendo que era el mejor del mundo. Tampoco quiero comparar los dos casos ya que son completamente distintos y pese a que dudo mucho de que Casillas pueda recuperar su mejor nivel por desgracia, tengo la certeza de que Rafa Nadal engrandecerá su historia volviendo a ganar a los mejores más pronto que tarde.

Más allá de todo esto, arranca el US Open, sin duda uno de los mejores torneos del mundo, y pese a que Rafa no ha tenido mucha suerte en el sorteo del cuadro, me gusta que tenga rivales complicados desde el primer momento ya que los grandes retos exigen grandes complicaciones y para Rafael Nadal ganar su tercer US Open este año es el mayor de los retos. Eso si no tenemos en cuenta que a Nadal todo reto se le queda pequeño. 

¡Vamos Rafa!