Novak Djokovic es un ciclón. Ni las derrotas en las finales de Montreal y Cincinnati han podido frenar la tormenta serbia. Con una superioridad insultante, el de Belgrado barrió de la pista a un Joao Souza que fue un mero espectador ante la avalancha del principal favorito. Djokovic solo cedió tres juegos -uno en cada set- para cerrar el trámite en poco más de una hora.
La solidez dentro de la pista se trasladó también a la sala de prensa, donde el serbio se mostró optimista y con muchas ganas de conquistar su segundo US Open, uno de los torneos que se le han resistido en su época dorada.
Todas las quinielas otorgan a Nole el papel de principal favorito. Él lo sabe, y la presión que ello conlleva no parece suponerle un problema. "La presión forma parte de lo que hago. Quiero decir que siempre está presente. Sabes que la gente espera mucho de ti, pero solo juego para mí mismo, para mi familia y para mi país, así que me concentro en eso", confesó Djokovic tras su apabullante debut.
El mejor tenista del mundo en la actualidad, aprovechó la contundente victoria sobre Souza para lanzar un mensaje desafiante a sus principales rivales: "Este tipo de victorias en las que has dominado el partido te dan confianza y te hacen creer en ti mismo. Pero también son una declaración de principios para todos los que están viendo el partido. Todos vemos los partidos de los demás y todos vemos cómo los demás progresan".
Djokovic, campeón en 2011, espera mejorar su resultado de 2015 (semifinales) y proclamarse campeón en la majestuosa Arthur Ashe. No será ni mucho menos un camino de rosas, y es que ya en cuartos de final podría verse las caras con Rafael Nadal, su mayor enemigo en tiempos mejores para el balear. Su último escollo debería ser Roger Federer en lo que sería la reedición de la final de Wimbledon.
Por último, el tenista de Belgrado confirmó aquello que todos sabíamos, y es que la victoria final es lo único que le vale: "Voy a poner toda mi energía en tener la oportunidad de luchar por la copa. Eso es lo que estoy buscando". En la siguiente ronda, el rival de Novak Djokovic será el tenista austriaco Andreas Haider-Maurer, número 52 del mundo.