Guillermo García López, cuarto cabeza de serie del torneo, ha conseguido su primera victoria en el torneo de Metz de 2015. El juagador español ha superado al jóven Pierre-Hugues Herbert por un marcador de 4-6 6-2 y 6-4. El jugador francés de 24 años ha obligado a García-López a remontar un primer set, donde Herbert ha mostrado que su ranking no se corresponde con su juego.
Es extraño encontrar en el tenis actual a jugadores jóvenes que empleen un estilo de juego saque-red. Este tipo de juego de Herbert ha sorprendido a García-López durante todo el primer set. Durante este primer set, los saques fueron la norma y, en ese aspecto, el tenista francés, con unos porcentajes de primeros saques rondando el 94% y concediendo tan sólo cuatro puntos con su saque, consiguió poner el partido a favor suyo en treinta minutos. Tras aprovechar las dos primeras bolas de break en el noveno juego, Herbert finiquitó con un remate por 6-4.
La tónica parecía ser la misma al inicio del segundo set, que comenzó con dos juegos en blanco de Herbert al saque. Sin embargo, la paciencia y la ausencia de errores no forzados pronto dieron sus frutos al jugador español, que rompió en dos ocasiones el saque del jugador francés que bajó sus porcentajes de primer saque. El partido comenzó a tener más intercambios largos, que desdibujaron a Herbert del encuentro.
El tercer set siguió la línea del segundo con un García-López sólido con su juego y su saque, mientras que Herbert seguía incrementando sus estadísticas de errores no forzados y con bajo porcentaje de primeros saques (56%).
El próximo rival de Guillermo García-López, número 31 del mundo, será Martin Klizan, número 35 del mundo, que ha ganado a Vasek Pospisil en el primer partido de la jornada por 6-4 y 7-6 (7). El jugador español buscará su primera victoria ante el jugador eslovaco contra el que perdió el año pasado sobre la tierra de Río de Janeiro.
El mejor García-López
El tenista, nacido en Albacete, está ante su mejor temporada desde que se convirtiera en profesional en 2002. Este año es la primera vez en su carrera que consigue dos títulos, Zagreb y Bucarest. Así, suma siete títulos ATP. Esto se ha conseguido gracias a la regularidad, principal talón de Aquiles de Guillermo, y a la veteranía que está mostrando desde que empezó la temporada.