En un circuito tan igualado, resulta casi imposible ganar partidos si no se está a pleno rendimiento físico y mental. Tsonga no pareció estarlo en ninguno de los dos ámbitos, y sucumbió al juego agresivo de Haider-Maurer. El austriaco, que está cuajando una magnífica temporada, ha sabido elegir los golpes precisos en los momentos oportunos, desbordando a un Tsonga muy mermado.
Varapalo la pérdida del primer set
El francés echó el resto en el primer parcial. Siendo consciente de sus problemas físicos y algo asustado al tener que ser auscultado por el médico en la pista, el de Le Mans tiró de experiencia para mantenerse en el marcador, sorteando las acometidas de un Haider-Maurer repleto de confianza. Tras un break por cada lado, el set se encaminó a un tiebreak en el que Haider-Maurer se jugó varias bolas con éxito, sumiendo en una profunda desazón a Tsonga.
Tsonga estuvo al borde de la retirada
El bueno de Jo-Wilfried se vio impotente al estar un set abajo y mermado físicamente, sufriendo una importante crisis mental. Pareció al borde de la retirada, pero se mantuvo en pista, lo cual le honra. Haider-Maurer, con viento a favor, cuajó un segundo parcial excelso, en el que dinamitó las pocas opciones que podía tener Tsonga de remontada heroica.
El austriaco se verá las caras con Jack Sock en la siguiente ronda, en lo que promete ser un duelo de gran intensidad, con dos jugadores muy agresivos con su derecha y con un buen saque. Un estilo de juego que se adapta a la perfección a las condiciones de la pista sobre la que se disputa el torneo. Sock viene tras varias semanas de inactividad, lo que puede acusar si el partido es igualado, y Haider-Maurer mantiene la intensidad con la que ha jugado hoy ante Tsonga.