Cuando pesan las piernas, cuando la mente está saturada y cuando muchos luchan contra sus limitaciones físicas y mentales para dar los últimos coletazos de la temporada, se erige imponente una figura. No es otra que la de David Ferrer, un profesional de este deporte, que independientemente de que haya cosechado más o menos éxitos durante los meses precedentes, encuentra en el otoño una medicina para su tenis.
La fortaleza física y mental del titán de Jávea, le permiten alcanzar un nivel de tenis espectacular en el tramo final de las temporadas. Incluso en este 2015 más bien gris, Ferrer ha subido el nivel de manera manifiesta en las últimas semanas. Su gran objetivo es acabar el año entre los ocho mejores, y para ello necesita obtener puntos allá donde vaya. Ganó el título en Kuala Lumpur, y en Pekín está mostrando un nivel de tenis que le convierten en serio candidato a la victoria final.
Intensidad y solvencia del español
Sus golpes no son los más potentes, su saque no es endiablado y no posee la elegancia de otros. Pero se erige en un muro infranqueable, y su progresión como jugador no para. Ferrer es el mayor de los castigos para tenistas tan potentes como irregulares, como es el caso de Lukas Rosol.
El tiebreak del primer set fue la clave del partido
El checo tiene una derecha endiablada y un gran servicio, elementos que le bastan para ser un buen jugador y ganar muchos partidos. Pero es realmente complicado que pueda con Ferrer. El español ostenta una regularidad que acaba por desesperar a este tipo de tenistas, haciendo que afloren sus errores. Rosol aguantó el tipo durante el primer set, tomando muchos riesgos y acertando notablemente al estar fresco física y mentalmente. Sin embargo, en el tiebreak Ferrer impuso su ley y se hizo con los puntos más importantes.
Fue un duro golpe para el checo la pérdida de la primera manga, y comenzó a perder el orden y la paciencia. Su servicio bajó enteros, y Ferrer lo aprovechó para restar a las mil maravillas y romper hasta en tres ocasiones el saque de Rosol. En una batalla de resistencia Ferrer es casi imbatible. Camino libre para el de Jávea, que tiene ante sí la oportunidad de seguir ganando puntos de cara a su clasificación para las ATP Tour Finals, que se disputarán en Londres en noviembre. Lu parece un rival asequible para cuartos de final, y más viendo el nivel mostrado por el español, pero Ferrer no podrá relajarse.