Novak Djokovic sigue sin encontrar oposición en Pekín. El serbio sigue paseándose por el Beijing Olympic Green Tennis Center con la insultante superioridad de un adulto que juega contra alevines. La última víctima del ciclón balcánico ha sido el norteamericano John Isner. El cañonero americano fue un mero espectador de la exhibición de tenis impartida por Djokovic, que sin apenas despeinarse está ya en las semifinales del torneo chino.
Un partido sin historia
El potente saque de Isner, unido a la rápida superficie sobre la que se disputa el torneo, eran argumentos más que suficientes para igualar un partido a priori decantado al lado del serbio. Sin embargo, Novak Djokovic sacó a relucir su condición de "mejor restador del mundo" para convertir el privilegiado servicio del norteamericano en un golpe vulgar.
A pesar del alto porcentaje de primeros (78%), John Isner solo pudo conectar tres saques directos. Además, el de Greensboro ganó uno de cada dos puntos jugados con primer saque, una cifra muy baja para el tenista yankee.
La principal arma de Isner quedó desconectada desde el primer Djokovic no cedió bolas de breakmomento, pues Djokovic consiguió el break ya en el primer juego del partido. Otra rotura en el séptimo juego sentenció el primer parcial por 6-2.
En la segunda manga nada cambió. Los apuros en el saque de Djokovic brillaban por su ausencia, mientras que Isner sudaba sangre para mantener el suyo. La infinita superioridad de Nole, que no cedió una sola bola de break, se tradujo en dos nuevas roturas que cerraro el set y el partido por un doble 6-2.
En tan solo 54 minutos, los 208 centímetros de John Isner se transformaron en cenizas que el ciclón Djokovic se encargó de arrastrar a kilómetros de la capital china.
Djokovic, que sumó su 27º triunfo consecutivo en Pekín, ha cedido tan solo 9 juegos en lo que va de torneo. El español David Ferrer será quien mañana intente frenar una sangría a la que Nole no quiere poner fin.