A trancas y barrancas. Con esta expresión tan coloquial y castiza puede definirse la manera en que ha salido adelante la edición de 2015 del torneo de Valencia. Juan Carlos Ferrero ha llevado a cabo un tremendo esfuerzo por mantener el evento, que a pesar de perder la categoría de ATP 500, continúa en liza y ha logrado atraer a buenos tenistas.

No puede competir en premios con Basilea, pero sí en capacidad de atraer a talentosos jugadores. El Ágora no podrá erigirse de nuevo en pista central por problemas arquitectónicos, y se jugará en lo que en años anteriores fue la pista 1. Solución de urgencia para solventar un problema que se une al de falta de financiación y apoyo institucional, así como pérdidas económicas cada año mayores.

Tenis de calidad como terapia

Ante este draconiano panorama, lo mejor que se puede hacer es centrarse en los grandes protagonistas del evento: los tenistas. Los habrá de mucha calidad, conformando un cuadro de 32 plazas con 28 jugadores, en los que los cuatro primeros cabezas de serie (Ferrer, López, Tomic y Fognini) gozarán de un bye en primera ronda.

Ferrer en Valencia. Foto: atpworldtour

El alicantino juega en casa, con su público, e intentará quitarse la espinita de los dos últimos años, en que no pudo hacerse con el torneo. Su nivel de tenis en Viena le otorga el papel de gran favorito, aunque puede pesarle el cansancio y la falta de necesidad de victorias, estando prácticamente clasificado para la Copa de Maestros.

Kyrgios y Paire se erigen en grandes atractivos del torneo

En su camino puede cruzarse con Kyrgios, que siempre promete espectáculo sobre la pista y se erigirá en uno de los grandes atractivos del evento. También Benoit Paire es un jugador tan díscolo como talentoso, y se erige en el potencial rival de Tomic en cuartos de final.

Nick Kyrgios en 2015. Foto: atpworldtour

Murray y Robredo, ausencias destacas

Por la parte baja del cuadro transitan la mayoría de españoles. Bautista, Almagro, Granollers, García-López, Verdasco y Feliciano intentarán lucirse ante los suyos. No lo tendrán fácil, ya que jugadores como Klizan, el enrachado Johnson, un Rublev siempre peligroso y, por supuesto, Fabio Fognini, serán rivales de gran entidad.

¿Será la última edición?

Ya es el séptimo año en que el Ágora acoge este evento, saldados con tres victorias locales, de la mano de Ferrer en 2010 y 2012, y de Granollers en 2011. Youzhny en 2013 dio la sorpresa, y Murray da brillo al palmarés del evento mediterráneo con sus triunfos en 2009 y 2014.

Los problemas a los que se está enfrentando el evento le sitúan en una posición muy delicada. Lo que ocurra este año, no tanto a nivel deportivo sino económico, se antoja clave para el futuro del torneo.