Una mirada puede decir muchas cosas, y la de Ferrer en este tramo final de temporada transmite una total confianza en sí mismo, y un hambre de victoria inigualables. Cuando la motivación baja entre los grandes favoritos, y el cansancio hace mella en la mayoría de jugadores, la "roca de Jávea" se erige imponente en todos los torneos a los que acude.

Le gusta disputar los últimos torneos del año y suele cosechar grandes resultados. Muchos tienen ya la vista puesta en Londres y acuden a París casi por obligación, pero no es el caso de un jugador que ha cosechado dos títulos de vital importancia en los últimos meses, como son Kuala Lumpur y Viena. Ferrer viene lanzado y es un peligro para cualquier rival. 

Superioridad manifiesta del español

Poco pudo hacer Dolgopolov ante un recital de tenis como el que ofreció el alicantino. En París-Bercy Ferrer ha vivido grandes momentos, como su final en 2013 ante Djokovic y, por supuesto, el título cosechado en 2012 venciendo en la final a Janowicz. 

El ucraniano no tuvo ni una oportunidad de break

Ferrer se postula como uno de los grandes favoritos a llegar lejos, y más viendo cómo ha derrotado a uno de los jugadores más incómodos del circuito. Dolgopolov rompió una racha negativa de seis partidos consecutivos cayendo derrotado, al vencer a Jiri Vesely el primer día de competición, pero apenas unas horas después, no ha podido mostrar su mejor nivel.

Salió decidido a resolver el encuentro por la vía rápida el alicantino que no concedió ni una sola bola de break a un errático y desordenado Dolgopolov. En apenas una hora, solventó el español el duelo, dejando grandes sensaciones y jugando con tremenda solidez y concentración, David ya está en octavos de final, donde espera al ganador del duelo entre Marin Cilic y Grigor Dimitrov.