Así es el tenis. Aún no se ha finalizado la temporada actual y ya se está pensando en la siguiente. Inconformistas por naturaleza, los aficionados a este deporte ven con temor el mes de diciembre, carente de eventos oficiales. Pero con el nuevo año llega el tenis, siendo el Mubadala World Tennis Championship un evento de referencia, que ameniza las horas de transición entre el año que se va y el que entra.

Se celebrará del 31 de diciembre al 2 de enero

Algunos de los mejores se dan cita en un torneo tan generoso en premios como relevante para la preparación física y mental de los jugadores. Las ausencias de Djokovic, Federer y Murray en este 2016, se ven suplidas por otros tenistas que han dado mucho que hablar en 2015, y lo seguirán haciéndolo la próxima temporada.

Nadal, máximo favorito

El balear parece decidido a llegar en la mejor forma posible al 2016, y puede erigirse en uno de los rivales más temibles si continua con la progresión de los últimos meses. Abu Dhabi será el punto de partida de un sprint que le llevará a Melbourne, donde Rafa quiere reverdecer su tenis. Pero no será el único jugador de referencia presente en el Mubadala. Y es que David Ferrer ha querido vivir el fin de año con la raqueta en la mano, apuntándose a un torneo importante para ir carburando su motor diésel.

Wawrinka y Tsonga rinden a gran nivel en el tramo inicial de temporada

Wawrinka parte ya con la batuta de ganador de Grand Slam, además por partida doble, por lo que su presencia da brillo al evento. Tsonga aportará mucho espectáculo con su tenis desenfadado e incisivo, mientras que Milos Raonic parece el tenista menos atractivo para los aficionados, al ser su juego muy monotemático y carecer de carisma.

Kevin Anderson ha sido agraciado con la invitación del torneo, algo que honra a la organización del evento, reconociendo la tremenda progresión del jugador sudafricano, que logró entrar en el top-10 por una semana y ha ofrecido momentos de gran espectáculo. 

Este es el cartel de un torneo con solera a pesar de no puntuar para el circuito, y que supone una magnífica antesala para el inicio de la temporada oficial. Nadal y Ferrer prometen emociones fuertes.